¿A qué se debe que unos si lo logren y otros no?
“Para los niños es más saludable un divorcio ordenado, que un matrimonio violento, dado que no se trata de elegir lo menos peor para ellos”.
Primero vamos a definir ¿qué es una relación de pareja disfuncional? Puede definirse de forma muy clara: es una dinámica de pareja que no es recíproca (uno entrega más, otro recibe menos), la expresión de afecto pudiera ocurrir solo después de concluir un conflicto, la comunicación es infectiva (no se entienden ni se comprenden), la validación y el reconocimiento mutuo es casi nulo entre ambos, el acto sexual puede ser visto como una obligación, necesidad o solo para contener la presión psicológica del desafío de la convivencia.
Sin embargo, esto no termina aquí dado que puede estar vinculado a una fuerte violencia física (golpes, patadas, otros) o psicológica (culpabilización, sentimientos de minusvalía, inseguridades y miedo).
Así mismo, lo descrito termina facilitando la consolidación de un ciclo de violencia que contempla:
- 1. Acumulación de tensión
- 2. Crisis
- 3. La popular luna de miel, donde el abusador puede mostrar arrepentimiento y prometer que su comportamiento violento jamás volverá a repetirse, esto siempre y cuando la víctima aprenda la lección.
Lo mencionado ocasiona profundos sentimientos de culpa en la abusada (a) y obliga a los hijos (si los tienen) a la adopción de un rol de cuidadores, consolando y conteniendo a la agredida (a).
Ahora bien, ¿acaso una pareja disfuncional no puede identificar las graves consecuencias que esto puede generar en los niños? La respuesta es sí y no, debido a que la mayoría de relaciones disfuncionales no se terminan bajo el supuesto de no hacerles un mayor daño psicológico a sus hijos. Si, así como se lee, “mayor daño psicológico”. porque estos están conscientes que sus hijos están afectados pero consideran que la separación podría ser peor.
Irónico, considerando que la mayoría de los niños con inadaptación escolar y problemas de aprendizaje vienen de matrimonios o relaciones así. Por eso siempre les invito a considerar lo siguiente: “Para los niños es más saludable un divorcio ordenado, que un matrimonio violento, dado que no se trata de elegir lo menos peor para ellos”.
Pero si este es el caso, ¿cuáles son las verdaderas razones de fondo?, ¿por qué resulta tan difícil separarse de una relación disfuncional? Esto independientemente de la presencia de hijos.
Para contestar esta pregunta debemos citar a Gabriel Dávalos Picazo, profesor del Departamento de Psicología y Pedagogía de la Universidad CEU San Pablo- España. Él dice: “Debemos distinguir entre las dependencias relacionales genuinas y las que están mediatizadas”. Siendo así, ¿Qué significa esto?, ¿cuál es la diferencia entre ambas?
Las dependencias relacionales son aquellas donde una persona (dentro de la pareja) tiene un apego inseguro en su modelo de entrega afectiva y le aterra la idea de ser abandonado (a) y asumir una independencia personal-afectiva, mientras que las segundas están vinculadas a las coadicciones, donde ambos (pareja) se mantienen juntos para aliviar la ansiedad o abstinencia que experimentan cuando no están juntos, sumado al temor sobre el futuro sin la relación.
En este último caso, se les debe tratar como personas con problemas de adicción y con todas las consideraciones clínicas que necesita un paciente que padece alcoholismo o adicción a la marihuana.
Es importante mencionar que encima de estas incomodas causas, las personas colocan todo tipo de justificaciones para no terminar una relación de pareja disfuncional, como por ejemplo: “No quiero afectar a mis hijos” ,“él o ella me puede hacer daño si decido separarme” ,“mis finanzas no están bien y, si me separo, me irá muy mal” ,“al divorciarme mi familia me cuestionará y seré vista (a) como una fracasada (a)” y la lista sigue.
Quiero aclarar que en los casos donde la violencia física y psicológica está en niveles críticos y existen abiertas amenazas del abusador o riesgo de muerte del abusado (a), no se debe dudar de tomar las acciones legales del caso, porque es inaceptable mantenerse en una relación disfuncional por temor a morir.
¿Sabes por qué?, porque si buscas un apoyo judicial efectivo (previo a la separación) tienes un 95% de probabilidades de salir ilesa (a) y mejorar tu calidad de vida y la de tus hijos (si los hubiere), de lo contrario, estarías asumiendo una posición suicida, es decir, eliges morir. Y en este caso no te diferenciarías en nada de tu agresor.
Si estás atravesando una situación así, te recomiendo que acudas a un especialista en el tema de parejas que responsablemente te asesore para construir tu plan de salida, ordenado, preventivo, posible, pero sobre todo, seguro.
No regales tu derecho a vivir y a ser libre, porque si de algo debemos estar seguros es que tenemos una sola vida y ya la estamos usando. La vida no es un ensayo, por el contrario, es una ruta finita. Por eso elige vivir con plenitud, aprovecha tu tiempo, porque si tú no lo haces, otros impondrán sus propios caminos sobre ti.
Psic. Luis Oropeza
FVP: 8482
@psicopracticala