El expresidente de Perú, Alejandro Toledo, se entregó este viernes a las autoridades de EE.UU. que lo citaron para ser extraditado al ser requerido por la justicia peruana desde 2018 por cargos de corrupción
Toledo, de 77 años, es acusado presuntamente se haber recibido más de US$25 millones de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de ayuda para obtener contratos de obras públicas.
El exmandatario, que ocupó la presidencia de su país entre 2001 y 2006, rechaza las acusaciones.
Ante su inminente extradición, dijo a la agencia EFE: «Le pido a la justicia peruana que no me mate en la cárcel, déjenme luchar con argumentos», reseña BBC
Afirmó que repudia la corrupción y que «nunca» recibió «ni un solo dólar malhabido».
El jueves, una jueza federal de EE.UU. desestimó su petición de suspensión de la extradición concedida en febrero por el Departamento de Estado de EE.UU.
Toledo estuvo detenido en California desde julio de 2019 hasta marzo de 2020, cuando pasó a arresto domiciliario.
La fiscalía en Perú solicita una condena de 20 años de prisión.
Acusaciones de corrupción
Desde 2015, Toledo es investigado judicialmente por dos casos de presunta corrupción. Primero fue acusado de lavado de activos llamado por la compra de dos inmuebles a nombre de su suegra, valorados en unos US$4,5 millones, con fondos presuntamente no declarados.
Estas adquisiciones se realizaron, según la fiscalía, a través de una empresa «fantasma» creada en Costa Rica bajo el nombre de Ecoteva.
Poco después fue viculado con el escándalo internacional de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
En noviembre de 2016, Jorge Barata, exdirector de Odebrecht en Perú, aseguró a la fiscalía de ese país que la constructora le pagó US$20 millones a Toledo a cambio de la adjudicación de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.
Fuente: BBC