Reinaldo Gómez.- Para el profesor Edgar Silva, presidente del Comité Nacional por la Defensa de los Derechos de los Adultos Mayores, el hecho de que el gobierno haya puesto en práctica la llamada Misión Chamba Mayor, supuestamente destinada a dar trabajo “productivo” a los venezolanos de la tercera edad, incluidos jubilados y pensionados, “precisamente no es otra cosa que la admisión de hecho por parte del mismo gobierno de que ni la pensión, ni la jubilación y ni siquiera ambas juntas, alcanzan ‘para nada’, como ya es un dicho popular a todo lo largo y ancho del país”.
Abundando en su apreciación, Silva precisó que, a su manera de ver las cosas, aquí en Venezuela y en cualquier país civilizado, toda persona de la tercera edad, al quedar pensionada o jubilada, lo único que desea es justamente pasar esos años de su vida, en primer lugar, con su familia, “pero, además, es justo que desee también dedicarse a otras actividades recreativas o de esparcimiento de las que, quizás por falta de tiempo, no pudo disfrutar durante su vida productiva”.
-Pero, por supuesto, ello ocurre, o puede ocurrir, en un país cualquiera de moderna legislación, pero que no sea Venezuela, porque -y al decir esto no estoy haciendo ningún descubrimiento- simplemente ni la pensión ni la jubilación, y ni siquiera ambas juntas, alcanzan para algo, por no decir para nada.
-Pero como éste es el gobierno del mundo al revés, pues ahí vemos cómo el presidente Nicolás Maduro hizo, entre bombos y platillos, el anuncio de esa Misión, como si ello fuese digno de aplaudir. Pero, repito, este gobierno es así: Nos ha colocado en un mundo al revés en todas las facetas del quehacer diario.
-Me podrán decir, y seguramente lo dirán -agregó- que ya van miles y miles de “viejitos” que se han inscrito en la Misión Chamba Mayor. Es posible. Pero, precisamente, ésa es la prueba más evidente e irrebatible del hambre y de la miseria en que se debate nuestro pueblo, porque, sencillamente, si esos “viejitos” no sufrieran necesidades perentorias, pues simplemente no se inscribirían, o al menos serían muy pocos los que lo harían.
Otros detalles
–Y otro detalle es el de que sería bueno saber, en primer lugar, a esa edad, qué van a poner a hacer a estos adultos mayores, y, de paso, entre los cuales se han registrado bastantes venezolanos con discapacidad.
-Luego, en qué condiciones van a trabajar, y, finalmente, cuánto les van a pagar, y, por si fuera poco, también saber si este gobierno, que prácticamente ha quebrado al país, tendrá los recursos suficientes como para pagarles sus sueldos completos y al día, es decir, no fraccionados, como ocurre con la pensión.