La discusión sobre el verdadero valor del superastro japonés del béisbol Shohei Ohtani ha alcanzado nuevas alturas, y el renombrado agente Scott Boras ha encendido el debate con una afirmación contundente.
Boras, conocido por sus negociaciones millonarias, declaró el pasado 14 de mayo que el talento inigualable del japonés lo posiciona como un atleta que bien podría valer mil millones de dólares, de acuerdo con lo que da a conocer el portal “2001”.
Esta categórica aseveración surge justo después de la firma de Juan Soto por 765 millones de dólares con los New York Mets, un acuerdo que reavivó la polémica sobre los contratos de las superestrellas en la MLB.
Mucho más allá…
Para muchos expertos, y ahora para Boras, el valor de Ohtani, un jugador con la capacidad de dominar tanto el pitcheo como el bateo, va más allá de cualquier precedente.
En una entrevista con Graham Besinger, Boras fue explícito: “La valoración de Shohei Ohtani no estaba ni cerca del verdadero valor del jugador. Él es un pelotero de mil millones de dólares, seguro”. El agente argumentó que Ohtani posee una «evaluación que trae los derechos globales de los equipos que aún no se han exhibido», atrayendo mercados masivos como Japón, Corea y toda Asia.
El mercado asiático
«Ohtani es la prueba de eso, porque trae a Japón, Corea, el mercado asiático, 200 millones de personas, los derechos regionales y así ha creado algo que es inaudito para una franquicia deportiva», detalló Boras.
Más allá de sus impresionantes habilidades deportivas, Ohtani es, con diferencia, el pelotero más popular de las Grandes Ligas y el que más ingresos genera por patrocinios e imagen.
Este peso fuera del campo de juego, según Boras, impacta directamente en su valor total, y lo convierte en un activo invaluable para cualquier franquicia que lo tenga en sus filas. Su figura trasciende el deporte, y se convierte en un fenómeno cultural.
Lo intentó
Boras también compartió una anécdota personal, revelando que quedó «impresionado con el talento de Shohei Ohtani», e intentó fervientemente sumarlo a su agencia.
Viajó a Japón y se reunió con él y con sus padres en varias ocasiones.
Sin embargo, no pudo concretar la representación, explicando que «las fuerzas que estaban en la toma de decisiones era algo que no podías controlar de ninguna manera. La base de ellos era muy diferente a la de un jugador normal que elige un representante. Era un proceso muy diferente».
A pesar de no haber podido representar a Ohtani, Boras no ocultó su admiración por el talento del japonés. «Verlo lanzar y tirar, valió la pena el tiempo invertido, porque él es un talento de béisbol notable», afirmó.
El agente concluyó en que, de haberlo tenido bajo su tutela, habrían logrado un contrato aún más lucrativo: «Ciertamente, te podrías haber imaginado la diferencia que podríamos haber hecho con él» (RG).