16 tenistas participarán la semana próxima en un certamen de exhibición en Charleston, Carolina del Sur como parte de un plan para retomar la actividad en el tenis de alto nivel.
Madison Keys, la subcampeona del Abierto de Estados Unidos en 2017, no ha jugado un encuentro competitivo de tenis desde enero. Así, se mostró emocionada cuando se reveló un calendario provisional para la reanudación de este deporte, tras el parón por el coronavirus.
“A la mitad del año estamos normalmente pensando: ‘Me encantaría pasar algunas semanas en casa, he estado mucho tiempo de viaje, estos momentos de presión en los partidos son estresantes’«, recordó Keys.
El plan incluye jugar en agosto, en Italia, antes de ir a Washington. Posteriormente, habrá acción de Grand Slam en Nueva York y París, todo ello si la pandemia de COVID-19 lo permite.
No habrá público en el U.S. Open ni en otros torneos al comienzo. Los jugadores pelearán por premios menos jugosos, con un recorte de hasta 40% en las bolsas de torneos distintos a los majors.
Los partidos en el Abierto de Estados Unidos, salvo en dos canchas, contarán sólo con un juez de silla apoyado por sistemas electrónicos. No habrá por lo tanto jueces de línea.
Regreso con riesgo
Con certeza, los tenistas estarán oxidados después de semejante inactividad. Podría haber algunas lesiones también, si es que se mantiene la tendencia observada en los partidos recientes de exhibición.
“No pienso que muchos de nosotros, salvo en los casos de lesiones, hayamos pasado tanto tiempo sin cierto nivel de competencia», dijo la estadounidense Keys, ubicada actualmente en el 13er sitio del escalafón mundial. “Es realmente difícil seguir practicando cuando no tienes una meta real en mente«.
La Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA) resolvió en definitiva que se prohíba el ingreso de público en los estadios. Sin embargo, el Abierto de Francia y las dos giras —de hombres y mujeres— han dejado abierta la posibilidad de contar al menos con algunos espectadores en algún momento del año.
Por su parte, la WTA ha recortado en 30% el monto de los premios en sus mayores torneos, si hay aficionados, y en 40% si no se les permite el ingreso. Los torneos Masters 1000 de la ATP tendrán reducciones similares.
Mientras que la WTA realizará recortes menos agresivos para torneos menores, 18% para su nivel más bajo, la ATP haría mayores reducciones mientras más pequeño sea el certamen.
La WTA y la ATP no han decidido cómo manejarán sus escalafones, que se congelaron en marzo, cuando se suspendió la actividad de las giras. Esa determinación se basará en cuándo se reanudan realmente los partidos.
Con infomación de El Nuevo Herald.