La sociedad venezolana ha encontrado un problema más que enfrentar: una pandemia. El nuevo coronavirus llegó al país y con ello una situación que no estaban en la faena diaria de millones de personas que ya lidian con una enorme crisis.
“Pero somos personas adaptativas, y eso nos hace imaginar un mundo esperanzador dentro del país que sufre las carencias causadas por modelos económicos, sociales e institucionales”, explicó a EL INFORMADOR el sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Luengo.
Si bien no es fácil el momento, considerando la conjunción de dos crisis de naturaleza distinta: la sanitaria y la estructural del país, para el especialista hay un significativo porcentaje de venezolanos que han entendido y se han adaptado -a su manera- a los hechos de la pandemia, mientras que otros han actuado con base a sus necesidades diarias para sobrevivir.
CONDICIONES DE VIDA
Ahora bien, en tanto Luengo confía en que el venezolano podrá asumir esta situación, advierte que el enfrentamiento de la pandemia no es un tema solo cultural, de que la gente no quiere aprender, también es un tema de posibilidades de condiciones de vida.
«En general hay cierta conciencia de la epidemia, pero por poner un ejemplo, en Petare hay mayor aglomeración de gente porque en los sectores populares donde no hay ingresos, no hay ahorros, y necesitan día a día encontrar los recursos necesarios, explica.
LA SALVACIÓN
El sociólogo analiza que estas crisis exacerban las posiciones milenaristas, las visiones apocalípticas sobre orígenes y desenlaces, las cuales llevan a la búsqueda de salvadores de carácter religioso, carácter político y social.
“Yo creo que la sociedad venezolana quiere insistir en esto porque viene de una crisis prolongada, a diferencia de otras sociedades”, dice, sustentando con ello las lecturas mesiánicas que algunos aprovechan para darle a la situación, sabiendo que la gente busca certidumbre sobre un futuro a corto o mediano plazo.
Pero reconoce que “eso sí lo anhela el venezolano”, en razón de lo cual reflexiona que “la sociedad venezolana es la misma de antes, solo hay aspectos que mejorar”, refiriéndose a «un cambio en las reglas de juego», tanto en la convivencia política como en las instituciones sociales y otros factores públicos.
Si bien el teletrabajo, el distanciamiento físico, la afluencia de espectáculos, la educación virtual, suponen un cambio de reglas, Para Luengo la falta de organización y la falta de orientación ciudadana hacia los asuntos públicos, figuran entre los principales cambios de una sociedad venezolana pospandemia.
“Yo creo que sí hay un tema fundamental que es la institucionalidad y el capital social. Tanto como para encarar la pandemia como para enfrentar las secuelas, se requiere un esfuerzo colectivo enorme que subraya la dimensión cooperativa, ciudadanos orientados, capaces de participar en asuntos públicos, de instituciones más sólidas y eso supone que desde luego debe haber una acción colectiva”
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Por: Enmanuel De Sousa (@enmanueldsousa)
ENTREVISTADO: @nlluengo (Tw e Ig)