En Venezuela se ha dejado de producir 80% de los repuestos para vehículos debido a que la industria del hierro en el país está prácticamente paralizada, expresó Alí Almao, expresidente Cámara de importadores y distribuidores de repuestos automotrices del estado Lara.
La situación se agrava más por la importación de autopartes exentas de aranceles que ha permitido el Gobierno nacional lo que origina un competencia desigual.
Por otro lado, expresó Elías Bessis, actual presidente de Cidralara, han disminuido las importaciones por el alto costo de los fletes. Hace dos años, el flete de un contenedor de 40 pies (12 metros) costaba 7.500 dólares y alcanzó a valer hasta $24.000.
Eso afectó más a los emprendedores quienes ahora recurren a los mayoristas tradicionales. También, debido a la pandemia la gente empezó a usar más la tecnología y actualmente muchas personas venden en línea.
Entonces, quienes importan mercancía venden todo de una vez y aunque no se puede hablar de escasez no se tienen los inventarios óptimos como antes, acotó.
El sector autopartes siempre ha estado activo, es necesario porque el parque automotor del país es obsoleto, no hay reposición de unidades nuevas y requieren cambio de repuestos.
Respecto a los precios, éstos se mantienen por el uso de divisas. Un par de amortiguadores vale $100 y el cliente si paga en bolívares se le calcula a la tasa del día. Los incrementos ocurren cuando se repone el inventario con mercancía nueva, dependiendo de los gastos de impuestos y el flete en la aduana, explicó.
Alí Almao mencionó que el sector no deja de ser afectado por la carga impositiva que considera es alta, aunado al alto costo de los servicios sobre todo de aseo urbano, porque el sector de autopartes no genera muchos desechos sólidos. Las cajas de cartón son recicladas por la gente, explicó.