Cientos de colonos israelíes asaltaron una población palestina en la Cisjordania ocupada el miércoles, donde incendiaron decenas de autos y viviendas para vengar la muerte de cuatro israelíes a manos de milicianos palestinos el día anterior, dijeron pobladores.
El asalto se produjo al tiempo que el ejército israelí enviaba efectivos adicionales a Cisjordania y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, anunciaba planes para la construcción de 1.000 nuevas viviendas para colonos en respuesta al ataque palestino.
El anuncio sobre los puestos avanzados israelíes amenaza con avivar más aún la tensión tras dos días de confrontaciones letales en el territorio.
Pobladores de Turmus Ayya dijeron que unos 400 colonos que marcharon por la calle principal incendiaron autos, viviendas y árboles.
El alcalde Lafi Adeeb dijo que unas 30 viviendas y 60 autos quedaron parcial o totalmente destruidos.
“Los ataques se intensificaron en la última hora, incluso después que llegó el ejército”, dijo. Al menos ocho palestinos sufrieron heridas en choques, y el ejército intentó dispersar a la gente con balas de goma y gases lacrimógenos. Dijo que hacia la media tarde la situación se tranquilizaba.
El ataque trajo recuerdos de otro que se produjo en febrero, en que decenas de autos y viviendas fueron incendiados en la población de Hawara tras el asesinato de dos hermanos israelíes por un pistolero palestino.
El lunes, siete palestinos murieron en una batalla contra el ejército en Yenín, un baluarte de las milicias. La violencia significa una prueba para el gobierno de Israel, donde se multiplican los llamados a una amplia operación militar en Cisjordania.
Según Netanyahu, las nuevas viviendas se levantarán en Eli, donde un par de milicianos palestinos abrieron fuego en el exterior de una gasolinera. Su gobierno de ultraderecha está dominado por líderes colonos y partidarios.
“Nuestra respuesta al terror es golpearlo fuerte y construir nuestro país”, afirmó Netanyahu.
El tiroteo se produjo un día después de que siete palestinos murieran en una batalla de un día contra tropas israelíes en el bastión miliciano de Yenín. El estallido de violencia planteaba una prueba para el gobierno de ultraderecha israelí y provocó peticiones de una operación militar de gran escala en Cisjordania.
Medios israelíes identificaron a los cuatro fallecidos como Harel Masood, de 21 años; Ofer Fayerman, de 64; Elisha Anteman, de 18 y Nahman-Shmuel Mordoff, de 17. Un civil israelí mató a un agresor en el lugar, mientras que tropas israelíes persiguieron y mataron al segundo tirador tras su huida.
El ejército dijo que estaba reforzando sus tropas en Cisjordania. El miércoles por la mañana indicó que sus soldados habían detenido a tres sospechosos en el poblado palestino de Urif en relación con el ataque y localizó las viviendas de los dos agresores con vistas a su probable demolición.
Israel derriba las casas de atacantes palestinos como parte de una política que según dice pretende disuadir a otros, aunque las voces críticas dicen que la táctica supone un castigo colectivo.
Hamas no se atribuyó oficialmente el ataque, aunque identificó a los dos tiradores -Mohannad Faleh, de 26 años, abatido por un civil en el lugar, y Khaled Sabah, de 24, al que mató el ejército cuando huía- como miembros del grupo.
Tras el ataque del martes, colonos israelíes atacaron propiedades palestinas en poblados cercanos y causaron extensos daños. Al menos cinco palestinos resultaron heridos en ataques de colonos israelíes, según la radio del ejército israelí.
El día anterior se había producido una gran batalla campal entre milicianos palestinos y tropas israelíes en el campo de refugiados de Yenín. Siete palestinos murieron y más de 90 resultaron heridos en ese incidente. La cifra de muertos llegó a siete el miércoles cuando Sadeel Naghniyeh, de 15 años, falleció por las heridas que había sufrido en el tiroteo, según funcionarios palestinos de Salud.
Ocho soldados israelíes resultaron heridos en la balacera.
La violencia que ha castigado la región durante el último año y medio no parece remitir. Al menos 130 palestinos y 24 personas del lado israelí han muerto en lo que va de año, según un conteo de The Associated Press.
Israel realiza redadas casi cada noche en Cisjordania en respuesta a una serie de ataques mortales palestinos contra civiles israelíes a principios de 2022. Israel dice que la mayoría de los palestinos muertos eran milicianos, pero también han muerto jóvenes que arrojaban piedras en protesta contra las incursiones y personas que no participaban en los enfrentamientos.
Israel capturó Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza en la Guerra de los Seis Días de 1967. Los palestinos reclaman esos territorios para un futuro estado independiente.
AP