Una tercera fisura se abrió en el volcán de la isla española de La Palma, mientras la lava sigue fluyendo hacia el mar. La nueva boca eruptiva estaba a 900 metros al norte de la cordillera de Cumbre Vieja, donde comenzó la erupción volcánica el domingo tras una semana de miles de pequeños temblores.
El fenómeno, conocido como enjambre sísmico, permitió a las autoridades preveer la posibilidad de una erupción y evacuar a más de 5.000 personas para evitar víctimas.
La nueva fisura se abrió tras un temblor de magnitud 3,8, según el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN).
La Palma, con una población de 85.000 personas, forma parte del archipiélago volcánico de Islas Canarias.
Para el martes, la lava había cubierto 106 hectáreas (unos 260 acres) de terreno y destruido 166 viviendas y otros edificios, según el Programa de Observación Terrestre de la Unión Europea, Copernicus.
Unas coladas imparables de lava de hasta seis metros (casi 20 pies) de alto descendieron por las laderas, quemando y aplastando todo a su paso.
Las autoridades señalaron que la lava parecía haber perdido velocidad y no esperan que llegue al mar hasta el miércoles 22 de septiembre, como pronto, según la agencia privada de noticias española Europa Press.
Cuando las coladas lleguen al Océano Atlántico podrían provocar explosiones y nubes de gas tóxico. Los científicos que monitoreaban la lava estimaban que estaba a más de 1.000 grados Celsius. El volcán está expulsando entre 8.000 y 10.500 toneladas diarias de dióxido de azufre, según INVOLCAN.
La erupción podría durar semanas o meses, según los científicos./SYGA
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