La Agencia de Viajes Beizhong en la ciudad china de Tianjin, una de las más pobladas de la nación, ha tenido apenas un cliente desde que aumentaron los casos de coronavirus en julio y las autoridades ordenaron el cierre de negocios y restricciones de viajes.
La mayoría del territorio chino está hoy en día libre del virus, pero las draconianas medidas han desalentado a los turistas, renuentes a ir a lugares de los cuales no podrán salir por un buen lapso de tiempo. Y han inhibido el gasto de los consumidores, lo que ha frustrado los intentos de reanimar la economía.
La política china de “tolerancia cero” hacia la Covid-19, según la cual todo caso debe ser aislado, ha logrado mantener a raya a la enfermedad en el país donde fue primero detectada. Sin embargo, los negocios y los ciudadanos comunes lo están pagando caro.
Los preparativos están en píe para los venideros Juegos Olímpicos de Invierno, que comenzarán el 4 de febrero de 2022 en Beijing y Zhangjiakou, pero el gobierno todavía no ha dicho si permitirá la entrada de espectadores, luego de haber aplicado medidas que restringen severamente la entrada de personas al país y más aún con el ejemplo de Tokio, aunque los lapsos de tiempo sin diferentes..
“Hace dos años ésta era la temporada alta”, comentó el gerente de la agencia Beizhong, Wang Hui.
“Ahora la gente cancela sus planes debido al virus, y este año ha sido peor que el anterior”, añadió. /JU
Foto: AP News