Anderson Piña Pereira
“Párate, párate aquí, voy a ver qué están vendiendo”, así se bajó del carro Yarilena Gómez, quien comenzó a hacer la cola a las afueras de un comercial dedicado a la venta de charcutería ubicado en el centro de la ciudad, donde por había llegado huevo a precio regulado, hoy día uno de los alimentos más escasos en el mercado.
“Ahora donde veo una cola me bajo, y más si está corta”, contó Gómez, quien agregó que la escasez y los altos costos de los alimentos la obligan a estar haciendo colas y colas, y así poder variar la alimentación de su familia.
Como ella, está la mayoría de los barquisimetanos, quienes andan de comercio en comercio cazando productos regulados, debido a que la proteína animal como carne, pollo y huevo, desapareció de la dieta de los venezolanos, mientras que los elevados precios de los embutidos los obliga a buscar otras opciones.
Duro el precio
En un recorrido por las charcuterías de la ciudad, se pudo corroborar que el queso duro se cotiza entre 380 y 500 bolívares soberanos, mientras que el jamón de espalda ronda los Bs. S 1.000 y 1.300, al igual que el queso amarillo que se cotiza en Bs. S 900.
Hugo Martínez, encargado de una charcutería al oeste de la ciudad, comenta que semanalmente aumentan los embutidos.
“La primera semana de la reconversión fueron muy buenas, la gente compraba, porque le alcanzaba la plata, pero ahora es todo lo contrario, porque la quincena sólo alcanza para comprar queso, suero y un poquito de jamón.
Luisana Marín, quien es trabajadora del sector público, explicó que su quincena alcanza para muy poco, “prácticamente sólo compramos, suero, queso y lo demás en granos, que pueden rendir hasta tres días”.
Comentó que comprar jamón, queso amarillo, tocineta o natilla es cosa del pasado, porque la plata no rinde.
Esos testimonios coinciden con el último estudio del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda), que analizó los costos de la canasta básica familiar del mes de septiembre, (que agrupa 60 productos de consumo básico) y estimó que tuvo un costo de Bs.S 12.211,55.
La variación intermensual que arrojó el prestigioso estudio fue de 128,1 % / Bs.S 6.857,67. La cual es la más alta registrada en lo que va de año.
Se puede decir que un trabajador necesita un mínimo de Bs.S 408 diarios para alimentar a su familia. (En Bs. fuertes 40.800.000,00).
El nuevo salario mínimo de Bs.S 1.800,00 vigente a partir 1 de septiembre sólo tiene un poder adquisitivo del 14,7 % de la canasta alimentaria para el grupo familiar; mientras el poder adquisitivo del salario mínimo más ticket de alimentación es apenas del 16,2 %.