Elena Daprá, psicóloga clínica, experta en coaching y miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, expresa que “cuando alguien tiene una fobia es porque, en un momento dado, ha sentido que lo que ocurría era una amenaza para su vida”.
La especialista aclara que las fobias son problemas englobados bajo el paraguas de los trastornos de la ansiedad.
Lo que varía entre unas fobias y otras es la temática, por ejemplo, miedo al trabajo, a volar, a las arañas, etc. No obstante, “la sintomatología es la misma y el tratamiento también”, subraya la psicóloga.
“Si imaginamos un triángulo en el que cada vértice es lo cognitivo (lo que pienso), lo físico (lo que siento) y lo conductual (lo que hago) y la interrelación entre ellos, hallamos los tres tipos de síntomas de una fobia, es decir, cognitivos, físicos y conductuales”, describe Daprá.
En cuanto a la ergofobia, la psicóloga señala que el miedo y la ansiedad pueden surgir “incluso si no se está trabajando”, tanto si se está buscando un trabajo como cuando ya se tiene un empleo.
“En este último caso, pueden darse antes, durante o después de la jornada laboral, pues la ansiedad tiene mucho que ver con lo que alguien se está diciendo a sí mismo acerca de lo que sucede”, apunta.
En este sentido, indica que una persona con ergofobia que esté buscando trabajo tiene pensamientos del tipo “no me van a elegir, no voy a dar la talla, voy a hacerlo mal en la entrevista, etc”.
En el caso de una persona que ya tenga un empleo, puede pensar que no está preparada para ese trabajo, que los demás son mejores, que no va a poder llegar a los objetivos, que si tiene que hablar en público lo hará fatal, que todo lo hace mal y que la van a despedir.
Así, Elena Daprá subraya que cuando alguien tiene esos pensamientos, “lo coherente es que sienta mucho miedo”.
Señales de que existe una fobia
La especialista aclara que, dentro de toda la sintomatología de las fobias, hay pacientes que presentan unos síntomas y otros que experimentan otros distintos.
No obstante, “los más frecuentes son: aumento de la frecuencia cardiaca, hiperventilación, sudoración en las manos, nudo en el estómago y falta de concentración que repercute en la memoria. Tienen fallos de memoria porque toda su energía está centrada en otra cosa que es bajar la ansiedad”, indica.
Además, estas personas “pierden capacidad de escucha pues, cuando alguien tiene un problema, no está para escuchar los problemas de los demás, está centrado en el suyo. Entonces puede ocurrir que, en el trabajo, el jefe les esté explicando cómo hacer una tarea y no estén escuchando nada”, expone.
Relajación, una de las claves para superar la fobia al trabajo
Señala además, que quienes experimentan estos pensamientos y sensaciones cuando están en su puesto de trabajo, “lo más habitual, es que se queden muy callados, como si no existieran”, comenta.
La psicóloga indica que, antes de comenzar el tratamiento psicológico de una fobia u otro problema de ansiedad, el paciente debe visitar al médico de cabecera para someterse a un chequeo y comprobar que todo está bien.
“Cuando una persona tiene un ataque de ansiedad siente que le va a dar un infarto, que se ahoga, que no puede respirar. De hecho, es habitual que hayan acudido a un servicio de urgencias. Lo que experimentan es muy físico, por eso, es recomendable ir al médico para descartar una dolencia física”, señala.
Después, el psicólogo le enseñará relajación que, según explica Daprá, “es la respuesta fisiológicamente incompatible con la ansiedad”.
“Cuando entrenas a alguien en esa respuesta, si empieza a sentir ansiedad, la va a poner en práctica y no llegará a tener niveles altos. Esto, además, sitúa a la persona en una situación de relax corporal, necesario para poder empezar a trabajar el pensamiento. Si alguien tiene mucha ansiedad, es imposible trabajar el pensamiento, pues la persona está preocupada de lo que le está pasando a nivel físico”, aclara la experta./SYGA
Con información de 800noticias
Foto: vía Santa Lucía
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