Para el doctor José Gregorio Zaá, conocido abogado penalista barquisimetano, experto electoral, docente universitaria y dirigente político local, “con Tibisay Lucena, este gobierno lo que va a hacer es continuar la destrucción de la universidad venezolana”.
Tal posición la dejó ver el referido profesional al serle consultada su opinión en torno a la reciente designación de la ex presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, como ministra de Educación Universitaria, en reemplazo del anterior titular, César Trómpiz.
-Casi prácticamente desde el mismo momento en que Hugo Chávez llegó a la presidencia, este gobierno se empeñó en tratar de someter a la universidad venezolana, no tanto desde el punto de vista físico, que también lo ha intentado, sino desde el punto de vista del pensamiento, de la penetración ideológica, cuestión que, pese a todo, no ha podido lograr.
Recordó que, con Tibisay Lucena al frente del CNE, este organismo público “alcanzó los mayores niveles de incredibilidad que haya tenido hasta ahora, por la cantidad de maquinaciones que desde allí se tejieron; es decir, toda una nefasta gestión, pues, al frente del organismo rector electoral del país…”
-Por supuesto –añadió-, es obvio entonces que nadie mejor que Tibisay Lucena para continuar esta política de destrucción de la universidad venezolana, y para buscar someter el pensamiento de los muchachos, de nuestros estudiantes, a los designios del gobierno.
-Y cuando se destruye a la academia, pobre de aquel país que pase por ello, y en el caso nuestro, ya no tendremos nuevamente a aquella pléyade de profesionales y técnicos brillantes, que van, o deben contribuir, al desarrollo del país.
Bastante destruida
Zaá recalcó que “ya la universidad venezolana se encuentra bastante destruida, sumida en el mayor abandono posible: Sin recursos, con sus instalaciones físicas destruidas, y con una abundante y lamentable deserción docente y estudiantil, pues no hay estímulos para sus profesores ni providencias estudiantiles, como transporte, comedor, becas, etc.”
–No puede ser que un profesor universitario titular, con 20 años de servicio, tenga un sueldo mensual de siete dólares, y, si acaso, algunas veces le llega a los 10 dólares.
-En cambio, durante lo que estos seudorrevolucionarios llaman la “nefasta cuarta república”, su sueldo era de hasta de 3.000 dólares, en muchos casos.
–Hoy en día, lamentablemente, lo que este gobierno ha tenido para con la universidad venezolana es una política de abandono, de desidia y de desolación.
-Y, por supuesto, no hay razones como para suponer que Tibisay Lucena vaya a desarrollar una política que no esté encaminada sino a la destrucción y al sometimiento del pensamiento, de la academia y de la universidad venezolana.
Reinaldo Gómez