El mundo de la gaita venezolana está de luto tras el fallecimiento, este jueves 21 de noviembre, del reconocido solista Danelo Badell, quien estuvo hospitalizado en Maracaibo desde principios de mes. El gaitero, nacido el 26 de noviembre de 1950, estaba a pocos días de cumplir 74 años.
Hijo de Juvenal Badell y Alicia Aurora Galué, Danelo dedicó su vida al ritmo pascuero desde muy joven, dejando un legado invaluable en la música tradicional venezolana. Aunque inicialmente se formó como técnico en telecomunicaciones, su verdadera pasión siempre fue la gaita, debutando en 1968 con el conjunto Lagomar.
Una vida dedicada a la gaita
A lo largo de su carrera, Danelo Badell fue miembro de destacadas agrupaciones como Tropicales del Éxito, Santanita, Cardenales del Éxito, la Universidad de la Gaita, Gran Coquivacoa, y Gaiteros de Pillopo, entre otras. Su estilo único y su inconfundible voz conquistaron al público, consolidándolo como una figura imprescindible de la gaita.
Canciones como Déjenmela así, La negra Cocoa Coa, La piñata, Los remedios, Ambiente de Pascua y Porque te quiero forman parte de su extenso repertorio, dejando una huella imborrable en la música venezolana.
Tras el fallecimiento del también emblemático gaitero Astolfo Romero, Danelo inmortalizó el tema Toda una vida, cuya letra, escrita por Wolfang Romero, resalta la devoción de los gaiteros por su arte:
«Qué misión tan hermosa le encomendó Dios al gaitero: llevar a toda costa, por sobre todo, la gaita al pueblo. Si es preciso la vida, la vida la daría, por verte siempre erguida, grandiosa gaita mía.»
Un legado que trasciende generaciones
Danelo no solo fue un cantante destacado, sino también un líder en la promoción y preservación de la gaita. Presidió el Instituto Municipal de la Gaita Ricardo Aguirre, donde trabajó incansablemente por la difusión de este género musical.
Formó una familia junto a su esposa Deysi y sus hijos, Danelo y Danielita, a quienes mencionaba con cariño en sus presentaciones y canciones. Su conexión con los zulianos fue especialmente notable en eventos como la Bajada de la Virgen, donde su voz era esperada con gran entusiasmo.
El gaitero será recordado no solo por su talento, sino por su alegría y amor por el estado Zulia, sentimientos que plasmó en versos como:
«A nadie le envidio nada, pues papá Dios todo me lo ha dado: mi familia, mis amigos y el haber nacido en este estado.»
La partida de Danelo Badell deja un vacío en el corazón de sus seguidores y en el mundo de la gaita. Su legado perdurará como un emblema del orgullo zuliano y del fervor por esta tradición musical que une a los venezolanos.
Con información de Diario Panorama