Bolivia se libró de «un destino como el de Venezuela» al acabar con la «violencia» y la «corrupción» de la era de Evo Morales en el poder, advirtió este miércoles la presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez.
La mandataria transitoria pronunció un duro discurso contra Morales con motivo del Día del Estado Plurinacional de Bolivia, una festividad que él instituyó en recuerdo de la fecha en que asumió el poder el 22 de enero de 2006.
Áñez lanzó un mensaje de esperanza al país con duras críticas a la etapa de casi 14 años en el poder de Evo Morales, quien renunció en noviembre del año pasado tras denunciar un golpe de Estado para derrocarlo.
La comparación con Venezuela
«Si hemos podido liberarnos de un destino como el de Venezuela, podemos estar seguros de que la paz, la libertad y la democracia han llegado para quedarse», aseveró Áñez.
La presidenta interina calificó como la «crisis más grave» en la reciente histórica democrática del país lo vivido entre octubre y noviembre del año pasado.
Las elecciones de octubre, en las que Morales fue declarado ganador para un cuarto mandato consecutivo, desembocaron en una grave crisis política y social entre denuncias de fraude electoral a su favor, hasta que en noviembre renunció denunciando que era víctima de un golpe para sacarlo por la fuerza del poder.
La violencia en esos meses dejó al menos 35 muertos y más de 800 heridos, según la Defensoría del Pueblo de Bolivia.
Áñez aseguró haber conseguido pacificar el país tras asumir el poder dos días después de que Morales anunció su renuncia.
La mandataria transitoria defendió el carácter «democrático» de su mandato hasta un nuevo Gobierno tras las nuevas elecciones del próximo 3 de mayo avalado por el Tribunal Constitucional, frente a quienes la acusan de usurpar el poder porque Morales tenía mandato en vigor hasta este 22 de enero.
«Soy una mujer de ley, abogada», sentenció en un momento de su discurso, pronunciado ante la mayoría de sus ministros y una serie de invitados.
Duras críticas a Morales
Unas palabras con las que cargó duramente contra el expresidente, acusándolo de «centenares de casos corrupción», citando algunos en los que le atribuyó haber causado daños multimillonarios al Estado.
Además de calificar «de terrorismo» la actuación de Morales tras anunciar su renuncia, con llamados como uno a «organizar milicias armadas» al estilo de Venezuela.
El exmandatario se retractó de ese llamado desde Argentina, donde se encuentra y desde donde tiene previsto una discurso esta tarde hora local.
Áñez acusó a Evo Morales de haber ocultado que pagos como los efectuados a médicos cubanos en Bolivia servían para «financiar al ‘Castrocomunismo’ que tiene sometido y esclavizado a su pueblo», en referencia al Gobierno de Cuba.
La mandataria transitoria hizo hincapié en el giro que dio a la política exterior boliviana frente a la gestión de su antecesor, al que reprochó haberla utilizado para «intereses políticos particulares».
«Lo cual nos ha llevado a romper con dictaduras como Venezuela», recalcó, para que ahora Bolivia sea «un país que se respeta en el mundo y que nadie debe subestimar».
«Verdaderamente soberano», agregó, «donde la seguridad interna está en mandos de los bolivianos y no en grupos de inteligencia cubana o venezolana como lo hizo el régimen anterior».
La mandataria transitoria subrayó que habrá «mano dura contra el narcotráfico y el ‘narcoterrorismo'», después afirmar que en la etapa de Morales «la industria de la cocaína ha sido la que más ha crecido» en Bolivia.
Las palabras de la presidenta transitoria duraron poco más de media hora y tuvieron por escenario el palacio de Gobierno, mientras que los discursos de Morales en este día se prolongaban durante horas en el Parlamento.