Numerosos estudios demuestran que tener un animal de compañía genera un impacto muy positivo en la vida de una persona, no solo en los adultos, sino también en los niños.
Las mascotas pueden disminuir entre otras cosas, el estrés, la sensación de soledad, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudan a los niños con sus habilidades emocionales y sociales. En lo que respecta al bienestar mental, las mascotas pueden aportar grandes beneficios a nuestra salud, estas nos dan cariño; no nos juzgan, ni nos cuestionan y menos nos discriminan.
Estos son algunos de los beneficios concretos para el bienestar mental originados por tener mascota y cuidar de ella.
Evitan el sentimiento de soledad
Contar con una mascota en el hogar ayuda a que nos sintamos más seguros de sí mismos y protegidos.
Puede también ayudar a evitar estados como la depresión por sentimiento de soledad, ya que su compañía estimula el contacto físico y la comunicación. Y aunque estas no hablen, o no nos sigan la conversación, simplemente se sabe, que con su presencia no se está solo en casa y hay una compañía allí.
Alivian la depresión
Las personas deprimidas no sienten el deseo de relacionarse. Cuando una persona mantiene un vínculo con una mascota, tiene un motivo para levantarse de la cama. Quizá no tenga ganas de hacer nada, pero sabe que debe darle de comer.
Además, es frecuente que la persona que está deprimida no quiera desahogarse con nadie, pero quizá sí se siente capaz de hablarle a su mascota en casa.
Aumentan el sentimiento de felicidad
Los dueños de mascotas, tras compartir un rato de juegos, experimentan un aumento de oxitócica, también se estimula la producción de serotonina y la dopamina, mientras que al mismo tiempo el cortisol en el organismo se disminuye, todas estas hormonas ayudan a disminuir los niveles de estrés y son un buen antídoto contra la depresión.
Reducen el estrés
El equipo de la psiquiatra Sandra Baker de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) midió las ondas cerebrales de distintos dueños de perros antes y después de pasar un rato con ellos.
Estos estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión. Por lo que se aconseja acariciar, jugar, pasear e incluso hablar con las mascotas para despejar la mente y sentir bienestar.
En algunos países como Gran Bretaña, se utilizan las mascotas como terapia para enfermos en algunos sanatorios, creando intervenciones en las que un animal es incorporado como parte de un tratamiento con el objetivo directo de promover la mejoría en las funciones físicas, sociales, emocionales y cognitivas del paciente.
María Vielma
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