Este domingo 21 de enero, los Leones del Caracas concluyeron con victoria lo que para ellos resultó un Round Robin complicado, lleno de altibajos, y de inesperadas caídas ofensivas de hombres claves, con lo que se logró marca de ocho lauros e igual número de tropiezos, desempeño que no logró ser cónsono con las estimaciones de la mayoría de quienes siguen el día a día en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).
A lo largo del espinoso periplo, el estratega José Alguacil recibió críticas de diversos sectores, inconformes, cuestionadores sobre su manejo del cuerpo de lanzadores y en especial, de la alineación bateadora, la gran pata floja de los melenudos en esta instancia semifinal.
Sobre esta situación, el dirigente se pronunció a través de su cuenta en la red social Equis, en donde precisó en ese particular:
“Cuando hagan una crítica, por favor, que sea con criterio; gracias”, y comentó; “Muchos dicen que por qué no senté a H. Castro, W. Tovar o G. Noriega”. “No teníamos jugadores de recambio que suplieran esas posiciones”. “Simplemente, los planes no se dieron, y volveremos más fuerte”.
Aunque puedan mantenerse las naturales discrepancias con Alguacil, ciertamente lo que mencionó para nada estuvo alejado de la realidad, pues la banca de los Leones no se estructuró para afrontar lasemifinal; en esta ocasión, faltaron hombres a modo de previsión en caso de que se cayeran los titulares de la primera etapa, algo que ocurrió como gran virosis, pues sólo José Rondón logró ubicarse entre los 10 mejores remolcadores, con 13.
La gran falencia
No olvidemos que la gran falencia del Caracas estuvo en el estancamiento del remolque; después de la “locura”, siguió Gabriel Noriega, con empujadas y apenas .208 en average; Balbino Fuenmayor sumó 6 con .314 (se esperó más producción de rayitas); Wilfredo Tovar también trajo 6, pero quedó en .250; Oswaldo Arcia en 5, y .200; Freddy Fermín tuvo 4, con .255, y Harold Castro, 4, y .200.
Una línea demasiado baja que se agravó con el bajón de César Hernández, que apenas logró impulsar 1 y dejó .217 de promedio; el punto positivo en una banca carente de opciones lo dejaron Johnny Pereda, con .293, pero sólo 3 llevados al plato, así como Gabriel Lino, quien dejó dos impulsadas y .250; sin embargo, por las características de ambos, en el plano defensivo estaban limitados a los roles de cátcher (posición natural para ambos), inicialista o bateador designado.
Por otra parte, de Ángel Aponte y de Teodoro Martínez tampoco fue realista del todo esperar tanto, pues el primero se incorporó en el último juego de la eliminatoria, y el segundo, para el Round Robin.
Asimismo, Orlando Arcia no volvió y Harold Ramírez sí cumplió, con cinco empujadas, más .316 de average, en nueve partidos, pero, cuando llegó, ya la herida estaba abierta, y, en lo sucesivo, fue imposible detener la hemorragia.
Fuente: Meridiano