La isla caribeña de Curazao dijo el viernes que no permitirá que la ayuda humanitaria destinada a Venezuela salga de su puerto a menos que las autoridades de Caracas den permiso.
«Ningún envío de ayuda desde Curazao saldrá hacia Venezuela de manera forzada», dijo en un comunicado el gobierno de la isla. «Los envíos desde Curazao solo se realizarán cuando las autoridades de Venezuela estén de acuerdo. Hasta entonces, la ayuda permanecerá almacenada», informó el gobierno de la isla en un comunicado.
Esta decisión deja en el limbo el destino de esta ayuda, ya que el Gobierno de Nicolás Maduro ordenó que se suspendieran los enlaces marítimos y aéreos con Curazao en medio de la pugna por el poder. El jefe legislativo y reconocido como presidente interino por medio centenar de países, Juan Guaidó, pidió que se abrieran las fronteras.
Un avión con comida y medicinas enviado por venezolanos residentes en Estados Unidos aterrizó el jueves en Curazao, situada a poco más de 60 kilómetros de la costa venezolana.
El cargamento de la isla forma parte de un plan dirigido por la oposición venezolana para desafiar el poder de Maduro y de los militares que le apoyan, que consideran la entrada de ayuda humanitaria un primer paso de una intervención militar estadounidense.
Los responsables del envío dijeron que el avión contenía 50 toneladas de comida y medicinas destinadas a los venezolanos que sufren escasez de bienes.