El Departamento de Conservación de Nueva Zelanda, informó este lunes que un grupo de 49 ballenas piloto o calderones, de las cuales nueve murieron, se varó en Farewell Spit, una remota playa en la Isla Sur.
Voluntarios ayudaron a mantener a las ballenas frescas y cómodas durante el día: Las remojaron con cubos de agua, las mantuvieron derechas y se aseguraron de que no ponían demasiada presión en sus aletas, explicó Louisa Hawkes, vocera del grupo de rescate de ballenas Project Jonah.
La marea alta de la tarde les permitió reflotarlas, dijo. Los calderones estaban repartidos a lo largo de la playa y una de sus primeras tareas fue reunirlos de nuevo.
Unas 200 personas, la mayoría voluntarios, ayudaron a formar una barrera para llevar a las ballenas hacia el mar. Una vez en aguas más profundas, varios barcos tomaron el relevo, moviéndose en línea de un lado a otro para impedir que los animales volvieran a la orilla.
Sin embargo, la portavoz señaló que pese a sus esfuerzos, las ballenas no se habían adentrado en el océano y se temía que pudieran volver a quedar varadas.
“Siempre es fantástico ver a las ballenas en aguas más profundas, donde deben estar”, dijo Hawkes. “Todo el mundo tiene muchas esperanzas, pero también es muy realista”./SYGA
Con información de AP
Foto: referencial Getty Images