Un hospital de Siria, ubicado en una localidad controlada por rebeldes, fue atacado con proyectiles.
Esto provocó la muerte de al menos seis pacientes, incluido un menor de edad.
El personal médico también sufrió heridas graves, lo que obligó a cerrar las puertas del hospital.
Los proyectiles cayeron en la entrada y en el patio del hospital de Atareb.
El hospital se encuentra bajo tierra, una táctica utilizada por la oposición para evitar los ataques en una zona donde a menudo hay conflictos.
“El hospital ha sido evacuado por el momento”, comentó Fadi Hakim, portavoz de la sociedad Médica Sirio-Estadounidense, y añadió que la sala de emergencias también sufrió daños.
Entre los fallecidos estaba un menor y una mujer, de acuerdo con voluntarios de Protección Civil de Siria, conocidos como los Cascos Blancos.
Un video publicado en la cuenta de Facebook de la dirección local de salud mostraba escombros y manchas de sangre en la entrada del hospital.
Los ataques contra hospitales son comunes en el conflicto sirio, y en la mayoría de las ocasiones se culpa al gobierno y a sus fuerzas aliadas./DR
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