El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se distanció de la línea política, geopolítica y económica del expresidente Rafael Correa desde el principio. Pero le faltaba algo para que la ruptura fuese completa. Algo simbólico: Julian Assange. Con el fin al asilo político del fundador de Wikileaks el legado de Correa acabó del todo. Así lo ven los expertos consultados por el diario AlNavío.
Desde el principio del mandato, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, se fue distanciando del legado del expresidente Rafael Correa. Primero en la política, con acusaciones directas entre Correa y Moreno; después en la geopolítica, al dar la espalda al gobierno de Nicolás Maduro; y en tercer lugar en el ámbito económico, con el préstamo de 4.200 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió recientemente a Ecuador. Pero faltaba algo más para que la ruptura fuese completa, algo simbólico: Julian Assange, al que Correa le dio asilo político en la Embajada de Ecuador en Londres en 2012.
Con el fin del asilo político al fundador de Wikileaks (posteriormente arrestado por la Policía británica) Lenín Moreno “rompe definitivamente con el legado de Correa. Assange era el último bastión que quedaba para una ruptura total entre Correa y Moreno”, explica al diario ALNavío Érika Rodríguez, coordinadora de América Latina en la Fundación Alternativas y profesora de Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Madrid.
Una opinión que comparte Rogelio Núñez, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares. “Desde un punto de vista simbólico, es romper definitivamente”, afirma Núñez a este diario y recuerda que, en menos de un año, Moreno “se deshizo de toda la herencia política de Correa”. Pero le faltaba algo.
“Tardó un poco más en deshacerse de la herencia geopolítica de Correa. El último paso lo dio con la salida de Unasur y la adhesión a Prosur”, recalca este experto. Cabe recordar que meses antes, en enero, Moreno reconoció a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, lo que dio un vuelco definitivo e histórico a las relaciones entre Ecuador y Venezuela.
Desde el punto de vista económico, el acuerdo con el FMI también resultó otra ruptura con Correa. “El ogro de Correa, aparte de EEUU, era el neoliberalismo, y si hay una entidad a escala internacional que lo representa -para los que están en contra- es el FMI”, destaca Núñez.
¿Costes políticos para Moreno?
Ahora bien, ¿el fin del asilo político a Assange tendrá un coste político para Moreno? “No, no le va a perjudicar entre sus electores. Lo que podría tener realmente costes para Moreno es el duro ajuste económico que se prevé que vaya a ocurrir (tras el acuerdo con el FMI)”, apunta Núñez. “Al final el caso Assange a un ciudadano ecuatoriano normal y corriente no le afecta mucho”, recalca este experto.
Simón Pachano, doctor en Ciencias Políticas y profesor investigador de Flacso Ecuador (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) también considera que el fin del asilo a Assange “es un paso más en la ruptura simbólica con Correa”. En declaraciones a este diario comenta que este suceso “sí tiene un impacto en estos días, sobre todo por la reacción de Correa y de quienes ven un ataque a la libertad de expresión. Pero no creo que tenga una repercusión más a largo plazo. A menos que el Gobierno inglés entregue a Assange a Estados Unidos y eso en el corto plazo no va a suceder”.
“Conducta irrespetuosa” de Assange
Por otro lado, Pachano recalca que Assange “cometió una serie de errores en los últimos tiempos” y que el propio gobierno de Moreno pudo tener “presiones indirectas” para desalojarlo de la Embajada de Ecuador en Londres. Al final “la presencia de Assange creaba malestar”, añade el profesor. “Si bien el tema de Wikileaks puede ser discutible, Assange tomó una deriva que lo hacía ser un huésped muy incómodo para cualquiera”, concluye Rodríguez.
El gobierno de Lenín Moreno retiró hace una semana el asilo político a Assange. Lo hizo alegando conducta “irrespetuosa y agresiva”, intervención en asuntos internos de otros Estados, violación del protocolo de convivencia, costos económicos, etc. Minutos después del anuncio la policía británica detuvo a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, donde permanecía desde el 2012, cuando el entonces presidente Rafael Correa le concedió el asilo.
Wikileaks alertó una semana antes que el gobierno de Moreno utilizaría como pretexto los ‘INA Papers’ para expulsar a Assange de la embajada. Un caso que vincula a Moreno con la supuesta adquisición de bienes a través de empresas offshore. La investigación del caso se basa en una denuncia planteada por el legislador Ronny Aleaga, de la bancada correísta de Revolución Ciudadana.
Fuente: www.alnavio.com