El venezolano Miguel Cabrera (Tigres de Detroit) de 39 años y 20 temporadas en las Grandes Ligas aclaró que el boleto intencional que recibió en el octavo inning, el jueves 21 de abril contra los Yanquis de Nueva York en el Comerica Park, forma parte del juego.
“Esto es béisbol, ¿saben? Después de mi venía un zurdo”, indicó el aragüeno. “Darme el boleto intencional, eso es parte del juego. Me fui de 3-0, pero ganamos. Maravilloso», afirmó, pero los aficionados que estaban en el estadio esperaban que sonara un hit, que sería el 3.000, el que todos anhelaban.
Horas antes el ganador de la Triple Corona de la Liga Americana en 2012 se sentó en su locker del clubhouse de los Tigres y trató de explicar por qué eso era secundario para él, refiriéndose a los 3.000 hits.
“Yo sé que la historia es bien importante”, explicó antes del triunfo 3-0 de los Tigres sobre los Yanquis en el Comerica. “Pero primero necesitamos ganar, no se trata de mí, se trata del equipo”, expresó.
Mientras los abucheos bajaban desde todos los rincones del estadio después del boleto intencional que recibió Cabrera en su último viaje al plato, y con los fanáticos dejando bien claro lo que pensaban de los Yanquis, el venezolano señalando la pizarra les pidió a ellos que se calmaran. El partido se encontraba 3-0 a favor de los Tigres.
“Estamos ganando, 3-0, estamos bien”, explicó el criollo que era lo que él trató de decirles. “Estamos 3-0 en el octavo. Tenemos la ventaja», insistió.
Ese es Miguel Cabrera. Un jugador que se divierte jugando béisbol, amando al juego y apreciando su historia. Pero por sobre todas las cosas, es alguien que quiere seguir ganando.
HABLA EL MÁNAGER
El mánager A. J. Hinch habló. “Quería asegurarse que todo el mundo tuviese perfectamente claro que ganar el juego era la prioridad”, afirmó. “Miggy ha manejado las cosas así durante la búsqueda del jonrón 500, esta a uno del hit 3.000. A Miggy lo que le importaba en el momento era ganar. Necesitábamos ganar”.
CONTRARIADO
Cabrera estaba contrariado después que su juego de tres hits el miércoles 20 lo pusieran a un imparable del Nro. 3.000, porque los Tigres perdieron. El jueves 22 fue al revés. Como cuarto bate, tenía de 3-0 cuando la búsqueda del hit 3.000 terminó con el 236to boleto intencional de su carrera y así, gracias en parte al subsiguiente doble de dos anotaciones de Austin Meadows, la cadena de tres derrotas de los Tigres llegaba a su fin. ¡Eso es lo que sí hace feliz a Miguel: ganar!.
Jason Beck/MLB.com