Harto conocido es lo altamente complicado que resulta tener un alto porcentaje de acierto cuando se hacen proyecciones o vaticinios en el béisbol; y así, desde la perspectiva gerencial deportiva, algunos movimientos, aunque calculados, están revestidos de un buen grado de incógnita, de variables poco o nada controlables.
Resulta poco convincente –destaca el portal “Meridiano”– que un ejecutivo, por motivos deportivos y en caso de tener la plena seguridad de que un jugador triunfará, no lo proteja, lo cambie o le deje partir sea prospecto o un pelotero que da sus primeros pasos, como fueron los casos de Roberto Clemente y Pedro Martínez con los Dodgers en diferentes tiempos.
Esos son dos puntos de referencia. Veámoslo desde otra perspectiva: Si usted, como gerente, está al tanto de que esos dos en particular terminarán en el Salón de la Fama, ¿No se los quedaría?
Así son las cosas
El prólogo es algo extenso, pero útil para poner en relieve lo que ocurre en esta temporada de Grandes Ligas con Carlos Narváez en Medias Rojas de Boston.
Firmado originalmente por los Yanquis de Nueva York en 2015, con ellos, el año pasado, llegó a las Mayores. Valga destacar que, en el sistema de granjas de los Bombarderos del Bronx, Narváez siempre fue estimado como valiosa promesa, dadas sus cualidades ofensivas y defensivas, de modo notorio por encima del promedio.
Pero, a pesar de esa buena estima, en el Bronx no recibió oportunidades reales, al extremo de que, en el Big Show, con el uniforme a rayas apenas fueron seis los partidos, porque Austin Wells se atornilló como receptor del elenco, y, en esas circunstancias, los patirrojos, en su radar, colocaron al de Venezuela.
Los cambios
Como parte de dos cambalaches en la misma fecha, y por lo visto muy calculados, el pasado 11 de diciembre, Medias Rojas acordaron con Yanquis el traspaso del máscara criollo; simultáneamente, para adquirir al cotizado abridor Garrett Crochet, a Medias Blancas de Chicago se debió entregar cuatro prospectos, entre ellos el cátcher Kyle Teel.
Este último era considerado el receptor de Boston en el corto y mediano plazo, pero esa proyección ahora atañe a Narváez.
Estadísticas
Con casi dos meses de temporada 2025, Carlos Luis (Narváez) ha dado suficientes motivos para estar contentos con su performance en su primer año completo en las Mayores.
A la jornada de este 21 de mayo, entre cátchers con al menos 120 apariciones al plato, llegó tercero en promedio de bateo con .284; en dobletes, con 7: en OPS, con .826; en carreras creadas ponderadas más (wRC+ por sus siglas en inglés) con 131: cuarto en slugging, con .474; quinto en porcentaje de embasado, con .352; cuadrangulares, 5; anotadas, 19; séptimo en sencillos, con 21; en bases por bolas, con 12; octavo en porcentaje de boletos, con 9.4%, y en imparables, con 33.
Defensivamente, también entre receptores con al menos 120 apariciones, ha sido primero en carreras defensivas salvadas, con 8; tercero en asistencias, con 20; quinto junto a otros tres, con 9 corredores retirados en intento de robo; décimo en episodios jugados, con 297.2, y, para más, no tiene errores, así como apenas un pasbol.
Valga recordar que, en el béisbol profesional venezolano, Narváez es ficha muy apreciada y valorada de los Cardenales de Lara (R