Han transcurrido un año, tres meses y seis días de que el Gobierno nacional decreto la pandemia por la Covid-19 en el país y el problema de los servicios públicos así como las condiciones de bioseguridad y la infraestructura hospitalaria no ha mejorado.
Declaró a El Informador Venezuela, Omar Agüero, médico y secretario ejecutivo del Sindicato del Ejecutivo de la Gobernación del estado Lara (Sepeel).
Hasta este martes, según cifras del Ministerio de Salud se habían totalizado en el país 259.413 casos positivos de covid-19 y 2.943 fallecimientos, dijo.
A su juicio, esos números no concuerdan con el comportamiento del virus en país al precisar que solamente entre trabajadores de la salud se han registrado aproximadamente 651 decesos a causa de la enfermedad.
La pandemia llega a Venezuela en medio de una crisis humanitaria compleja. La situación es “dramática” y la padecen miles de venezolanos, lamenta Agüero.
El colapso de los servicios públicos es generalizado, -apunta el galeno- al referirse al suministro de agua potable y los prolongados racionamientos eléctricos.
Se suma la escasez de gas doméstico y diésel así como la ineficiente recolección de desechos sólidos. Las calles y avenidas se han convertido en vertederos abiertos.
con el consecuente deterioro del medio ambiente y del riesgo de proliferación de enfermedades, advierte.
Panorama social
Acusa Agüero, que 90% de la población padece inseguridad alimentaria. El salario en Venezuela es el más bajo de las Amèricas y quizá del mundo mientras el costo de la canasta alimentaria sobrepasa los 823 millones de bolívares.
El deteriordo de hospitales y ambulatorios es progresivo, ante la inexistencia de presupuestos suficientes destinados al mantenimiento preventivo y correctivo tanto de infraestructura.
Asimismo, para la adquisición de nuevos equipos y tecnología que permitan un diagnostico más rápido y preciso de enfermedades.
Encuesta nacional de Salud
Los servicios de salud estaban colapsados antes de la pandemia, -aseguró Agüero- y trae a colación la Encuesta Nacional de Hospitales realizada por la ONG Médicos por la Salud en 2019.
Según la investigación, para la fecha, 78% de hospitales tenían problemas en el suministro de agua y 63% con el fluido eléctrico. 58% de servicios de imagenología y Rayos X estaban paralizados así como 85.6% de tomógrafos y resonadores magnéticos Mientras que, 55% de laboratorios estaban inoperativos.
El tiempo ha transcurrido y esa situación no ha mejorado, asegura el galeno.
El artículo 83 de la Constitución Nacional establece que la salud es un derecho social fundamental y es obligación del Estado garantizar el derecho a la vida.
Sin embargo, que se cumpla esta cada vez mas lejos de los venezolanos que padecen estas carencias y se ha agravado con la pandemia, reiteró.
Es lamentable –dijo- que en el país predomine lo político sobre lo técnico- científico y se haga caso omiso a las observaciones de sociedades cientìficas, como la Academia Nacional de Medicina, la Academia Nacional de Cienicas Fìsicas y Matemáticas, Federación Médica Venezolana así como colegios de médicos.
Sin Plan de Vacunación confiable
En palabras de Agüero existe un programa de vacunación confiable y transparente adaptado a protocolos y normas internacionales. La vacunación en el país se hace sin cronograma de control ajustado a la realidad.
Ello requiere el concurso de todos los sectores sociales de país para vacunar a 22 millones de venezolanos y lograr la inmunización de rebaño. En Venezuela predominan las medidas restrictivas y control de movilidad como control social que se aplica a los venezolanos.
“Sabemos que es necesario, pero de ir acompañado de otras medidas”.
Escasez de gases medicinales
El galeno califica como muy grave la escasez de gases medicinales, ya que pacientes que se encuentran en clínica privadas pudieran derivarse el sector público el cual está prácticamente colapsado.
Insistió en que el colapso del servicio público de salud afecta no sólo a paciente con coronavirus, sino a renales, hipertensos, oncológicos.
Se ha perdido calidad de vida y las redes sociales se han transformado en salvavidas, ya que han sido el instrumento para solicitar ayuda para costear tratamientos.
Insistió en que para enfrentar la pandemia es necesario el consenso de todos los sectores de la sociedad, pero si se persiste en el control político el destino seguirá siendo el fracaso con un alto costo de vidas útiles al país.
En un lapso de 10 años se calcula que 30.000 trabajadores y profesionales de la salud han migrado y el éxodo continuará haci el sector privado priado mientras no se garantice un salario dignos, condiciones de bioseguridad y condiciones mínimas para la prestación de servicio a la colectividad, sentenció.
@auritarosacastillo
Foto referencial, El Informador Venezuela