Se elevó hasta 46 el número de reclusas fallecidas en un penal hondureño el pasado martes 20 de junio, como consecuencia de un enfrentamiento entre bandas internas rivales, en el transcursos de la cual se utilizaron armas de fuego y punzocortantes, y culminó con un incendio provocado por algunas de las mismas reclusas.
Las víctimas estaban recluidas en el Centro Femenino de Adaptación Social, ubicado a unos 20 kilómetros de Tegucigalpa, la capital hondureña, según informaron las autoridades.
Las prisioneras fallecieron «en su mayoría calcinadas y otras tiroteadas», dijo el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, a la agencia de noticias Reuters.
El martes, las autoridades reportaron inicialmente el fallecimiento de 41 mujeres. Al día siguiente, el número de víctimas aumentó tras el hallazgo de varios cuerpos que estaban «carbonizados y reducidos», precisó Mora.
Según un portavoz policial, un grupo de mujeres armadas de la pandilla Barrio 18 sometió a los custodios del penal y atacó a sus rivales de la Mara Salvatrucha.
Sobrevivientes contaron a la prensa local que miembros de ambas pandillas se enfrentaron con armas de fuego y con armas blancas.
Un bando encerró presuntamente a prisioneras del grupo rival en el módulo 1 de la prisión e inició un incendio con colchonetas y gas. En paralelo, otro grupo de reclusas que se encontraban en el módulo 2 se enfrentó con pistolas y fusiles, reportó el diario honduñero “La Prensa”.
Testigos dentro de la cárcel aseguraron que varias de las víctimas buscaron refugiarse de las llamas dentro de un baño. Los cuerpos quemados fueron encontrados unos encima de otros.
Fuente: Cactus 24