Zenaida Amador (ALN).- Mientras a escala global el grueso de las naciones coincide en la necesidad de buscar soluciones al conflicto venezolano, lo que para muchos implica abrir la opción a un cambio político, Nicolás Maduro apela a los espacios alternativos para aprovechar las tensiones de la geopolítica global, las posturas contrarias a Estados Unidos y recibir el espaldarazo de Rusia, factores que son clave en su intento por sostenerse en el poder.
En los últimos días Nicolás Maduro ha apretado el paso a su agenda diplomática. No había terminado el ciclo de conversaciones con representantes de Juan Guaidó en Barbados, bajo la mediación de Noruega, cuando ya estaba en campaña contra las acciones sobre su gestión por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea.
En esta línea celebró en Caracas la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) y desde este jueves Venezuela será el escenario de la XXV Reunión del Foro de Sao Paulo. Se trata de una arremetida que busca oxigenar a la alicaída izquierda, alimentar las líneas de contrapeso a la política internacional de Estados Unidos y lavar la cara del régimen de Nicolás Maduro mientras gana tiempo para seguir ejerciendo el poder.
De hecho, en el caso del Foro de Sao Paulo, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, aseguró que el propósito de la reunión es “seguir la lucha contra el imperialismo y contra las formas de atropello a los pueblos, para que se levante la voz de la izquierda en nuestro continente (…) y entender, como dijo el Che Guevara, a la derecha y al imperialismo ni un tantito así”.
Contrapeso
La estrategia ya comenzó a rendir frutos. En las deliberaciones de los miembros del Mnoal se produjo el respaldo a la candidatura de Venezuela para integrar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) en las elecciones previstas para el próximo mes de octubre, tal como lo informó Samuel Moncada, representante de Maduro ante la ONU.
Ya Maduro había hecho un llamado a fortalecer el sistema del Consejo de Derechos Humanos de la ONU “para que funcione verdaderamente y no utilice sus instancias como la Alta Comisionada (Michelle Bachelet) para atacar países por razones ideológicas, políticas”.
De esta forma responde el grupo a la presentación a inicios de julio del informe sobre Venezuela de Bachelet, Alta Comisionada de los Derechos Humanos para la ONU, donde reseñó los desmanes de Maduro al documentar, entre otros, los “ataques contra oponentes políticos y defensores de los derechos humanos, con métodos que van desde las amenazas y las campañas de descrédito a detención arbitraria, tortura, violencia sexual, asesinatos y desapariciones forzadas”.
Pero más allá de este espaldarazo, la reunión del Mnoal ha servido para que los participantes lancen consignas contra EEUU. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó que Donald Trump “ha fortalecido su franca hostilidad contra Cuba”, pero que no por ello logrará “destruir a la revolución cubana”.
El salvavidas ruso
Pero las palabras de mayor peso estratégico han sido las del viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, quien llamó a las naciones a blindarse ante los abusos de EEUU, no sólo en el ámbito político sino también en el financiero, por lo cual deben apostar a ser multipolares con respecto a las monedas.
Aseguró que el gobierno de Estados Unidos está usando contra Venezuela los mismos métodos de asfixia que ya ha aplicado en otros países donde ha querido un cambio de régimen. “Es una política deliberada para provocar una crisis y lograr un cambio de régimen, eliminar líderes elegidos legítimamente y sustituirlos por sus elegidos”.
Recientemente un reporte de la agencia Bloomberg indicó que Maduro analiza aplicar el Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros diseñado por Rusia ante el riesgo de sanciones que impiden operar con el código Swift.
Además, Ryabkov comentó, al margen de la cumbre, que los militares rusos que estaban en Venezuela ya terminaron las labores que tenían encomendadas, pero podrían regresar si se necesitan refuerzos o mejoras adicionales, según reseñó Sputnik. No hay que olvidar que Rusia es la pieza clave en la estrategia de supervivencia de Maduro.
Elliott Abrams, comisionado especial de Estados Unidos para Venezuela, describe certeramente la situación. Rusia ha sido muy importante en ayudar a Maduro a aguantar las sanciones de EEUU ya que, por una parte, le brinda el valor psicológico y político “de tener detrás un país grande”, lo que sin duda “le da a Maduro confianza de que puede mantenerse en el poder”.
Además, Moscú bloquea las condenas del Consejo de Seguridad de la ONU al régimen y esto lleva a China a adoptar la misma decisión. “Si los rusos desistieran, creo que los chinos harían lo mismo”.
ALnavio.