Los humanos llegaron a América del Norte mucho antes de lo que se pensaba. El hallazgo de una cueva de la prehistoria en el Estado de Zacatecas, en el norte de México, ha abierto nuevamente el debate y ha cifrado esa estimación en 15.000 años previo a lo que se creía. Así lo asegura un estudio publicado este miércoles en la revista Nature.
El descubrimiento sugiere que el poblamiento de esas tierras comenzó hace 33.000 años. “En la cueva del Chiquihuite hemos encontrado suficientes artefactos para asegurar que había gente durante el Último Máximo Glacial y para establecer la hipótesis de que había gente antes de ese periodo”, asegura el arqueólogo rumano Ciprian Ardelean, investigador principal del estudio.
Para México, el hallazgo implica correr la barrera temporal de sus primeros habitantes unos 20.000 años.
Ardelean caminaba junto a sus alumnos por la Sierra del Astillero cuando dio finalmente con lo que llevaba un lustro buscando: un sitio arqueológico que pudiera tener presencia humana antigua.
“Cuando la vimos, nos dimos cuenta de que teníamos una cosa monstruosa frente a nosotros”. Un pequeño acceso al mundo subterráneo les sirvió para encontrar a tres metros de profundidad una cueva con más de 1.900 artefactos de piedra.
Instrumentos que, tras una datación realizada con métodos de radiocarbono, revelan la existencia de una industria lítica previamente desconocida. “Hemos hallado herramientas de piedra, lacas, navajas, puntas de lanzas, todos artefactos que tienen una huella indiscutible de fabricación humana”, dijo.
La investigación, que inició en 2012 y de la que participaron una treintena de académicos europeos y americanos, vuelve a abrir el debate sobre la fecha en que llegaron los primeros hombres a América del Norte.
Hasta hace dos décadas, la teoría más aceptada era que habían llegado hacía 11.500 años desde Asia, a través de un pasaje de tierra que había donde actualmente está el estrecho de Bering. En los últimos 10 años, ese umbral aceptado por la academia llegó a correrse hasta los 18.000 años de antigüedad, explica Ardelean.
En línea con esa tesis, un segundo estudio publicado este miércoles también en Nature analiza los datos de 42 sitios arqueológicos en América del Norte y sugiere la presencia de humanos antes, durante y después del Último Máximo Glacial. “Esto cambia el paradigma. Se ve claramente que el poblamiento americano fue mucho más dinámico y temprano de lo que pensábamos”, comenta la arqueóloga chilena Lorena Becerra-Valdivia.
Ambas investigaciones enfrentarán ahora el escrutinio de la academia internacional, sobre todo la estadounidense, que podría no dar el respaldo a la teoría de la llegada tan temprana de los primeros humanos a América del Norte. “La academia se encuentra actualmente bajo el yugo de Estados Unidos”, dice Ardelean.
Con información de El País