Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
Mi apreciado José …: Veo que disfrutas los abucheos en todas partes donde vas a jugar, ó sea, como debe ser.
Tú sigue adelante, como has venido hasta ahora. Abucheos fuertes, oídos sordos. Y te deseo que saques la bola en cada juego..
Yo fui de los bateadores más abucheados y especialmente, en mi propia casa, en Yankee Stadium, como también lo fueron Babe Ruth y Lou Gehrig.
Nos abucheaban cuando éramos visitantes para intimidarnos, intentaban así que no bateáramos bien. Y en la casa nos pitaban y nos gritaban todos los insultos posibles cuando no bateábamos bien, porque opinaban que ganábamos mucho dinero.
¡Imagínate!, el mayor sueldo de Ruth fue de 80 mil dólares en 1931, rebajado a 75 mil en 1932, 52 mil en 1933 y 34 mil en 1935. Guehrig cobró lo máximo de su carrera en 1940, cuando le pagaron 39 mil, rebajados a 35 mil en 1941. Y lo que yo más recibí fueron 100 mil por temporada desde 1963 hasta 1968.
Y tú, en esta época de los mutimillones, lógicamente ganas 29 millones por campaña.
La mayor diferencia no es esa de los honorarios, sino que a tí no te abuchean en Houston, no se acostumbra ahora insultar a los jugadores en la casa, sino cuando andas de visitante.
Alegan que fuiste tramposo por lo del robo de señas con televisión y anexas. Pero eso no es cierto, ya a nadie le importa si robaron o no esas señas. Sólo tratan de intimidarte, de provocar que no conectes bien.
Pero eso no te afecta en nada, porque tienes buenos números ofensivos, con promedio de .278, 20 jonrones, 44 remolcadas y 12 robos de bases en 13 intentos.
Debido a eso, esta misiva que debía ser consejera, nada tiene qué aconsejarte, más bien te felicito y te hago llegar la impresión de un fuerte y muy apretado abrazo.
Considero que ustedes, bateadores de hoy día, son superiores a nosotros, los de otras época, por más de un motivo: ven más rectas veloces, mayor variedad de lanzamientos y en vez de enfrentarse a un lanzador en nueve innings, tienen que ver tres, cuatro y hasta cinco o más brazos descansados y especialistas de cada caso.
Amigo José: Sigue como hasta ahora. No cambies nada. No tienes por qué hacerlo. Y ya sabes, abucheos fuertes oídos sordos.
Te deseo gran final de temporada y mejor postemporada. Saludos a todos los muchachones en tu clubhouse, y al mánager, Dusty Baker, que no sea tan mal educado, siempre con ese asquroso palillo en los labios.
Abrazos, Mickey.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN. Lee el archivo reciente de “Juan Vené en la Pelota” en internet, por “el deporte vuelve a unirnos”.
@juanvene5