Según la información recabada y publicada por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), en menos de una semana dos privados de libertad fallecieron por tuberculosis en el Comunidad Penitenciaria Fénix, lo que según la organización sigue siendo la principal causa de muerte entre los presos.
Uno de los fallecidos fue identificado como Jesús Manuel Vergara Rivas, de 56 años de edad, quien habría sido trasladado el pasado 11 de septiembre, al área de enfermería del penal por presentar dificultad respiratoria.
Según la OVP, el hombre era sobreviviente de la masacre del Centro Penitenciario Los Llanos (CEPELLA), hecho ocurrido el 1 de mayo del 2020 en Guanare, estado Portuguesa. Y estaba detenido por el delito de homicidio, aunque su causa era del estado Barinas, fue trasladado a Lara el 14 de mayo del 2020, según lo reseñado por la ONG.
El 16 de septiembre en horas de la noche, José Alberto Sánchez Sulbaran, de 44 años de edad, presentó dificultad para respirar, por lo que fue trasladado por los custodios de la cárcel hasta la emergencia del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp).
Junto a José Alberto iba otro recluso de 24 años de edad, quien presentaba dolor abdominal. Ambos fueron atendidos, pero el estado de José Alberto empeoró y falleció una hora después de ser ingresado al centro médico.
Este preso era del estado Zulia y se encontraba en Fénix Lara desde el 17 de julio del 2013.
Una vez realizadas las autopsias, revelaron que la causa de la muerte era tuberculosis, así lo detalló la OVP.
Familiares expresaron su preocupación a la organización, quienes temen por la alimentación y los trataos que los reclusos reciben. Además, añadieron que son muchos los privados enfermos y desnutridos, por lo que cuentan con dos áreas, según lo indicó la OVP, la enfermería, donde tienen a los presos con tuberculosis, algunos con diagnóstico y otros no; y el área para los desnutridos, donde llevan a los que pesan menos de 45 kilos.
Familiares denunciaron a OVP que los presos que se encuentran en el área de desnutridos son aislados e incomunicados y, lejos de darles una buena alimentación para recuperar su peso, lo que reciben es frijoles y agua caliente.
Lo que describen los privados de libertad es que es un “verdadero castigo” estar en el área de desnutridos, por eso prefieren quedarse en sus celdas porque estando allí pueden resolver. Para ello piden dinero a sus familiares para comprar comida o esperan la visita cada 15 días, pues con lo que les llevan sus seres queridos logran mantenerse durante al menos tres o cuatro días.
“Son muchos los que van al área de tuberculosis y desnutridos que no regresan, el que va para allá o se muere o sale peor”, aseguran los reclusos de este penal a la OVP.
Foto: referencial @angelzamb11