María Griman, una interna del Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof), en Miranda, ha pasado un año esperado que la directiva del reclusorio ubicada en Los Teques le permita ir a un centro de salud, informó la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL).
La mujer fue diagnosticada con cáncer de seno después que en septiembre de 2019 le comenzara a salir una protuberancia en el mama izquierda.
La afección comenzó a segregar pus. Con el paso de los meses la lesión se fue expandiendo por el seno de la reclusa hasta presentar al menos 10 protuberancias, acompañadas de enrojecimiento del tejido y secreciones constantes.
La anterior directiva del reclusorio, destituida en el mes de junio, desestimó la afección señalando que se trataba de un tema estético; la situación derivó en la aparición de células malignas en su seno izquierdo.
En el reclusorio tienen más de dos años sin servicio médico “La directora solo me decía que esto era un tema estético y las presas no teníamos derechos”, relató.
La familia de la reclusa denunció a UVL la situación, presentando los informes médicos de María. La interna no fue trasladada a los controles, pautados para los meses de marzo y junio de este año. La única ocasión donde la llevaron a una consulta médica fue en el mes de septiembre de este año, cuando llevaba unos siete meses con el seno sangrando y con pus.
Griman fue atendida en el Centro Médico La Paz en Los Teques donde le practicaron una biopsia que señaló “hallazgos citológicos compatible con sospecha de malignidad”.
María envió su testimonio en vídeo donde suplica ser atendida por un médico especialista y ser trasladada a un centro asistencial para recibir tratamiento.
Al 15 de octubre aún los familiares no habían logrado conseguirle un cupo a María en un centro asistencial: “la directiva se lavó las manos y nos mandó a nosotros a encontrarle las citas medicas”, sentenciaron.
ED con información de Una Ventana a la Libertad
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