En un sorpresivo giro, el candidato peronista y ministro de Economía Sergio Massa era el más votado el domingo en las elecciones presidenciales en Argentina, pero sin el respaldo suficiente para evitar un balotaje con su rival más cercano, el economista de ultraderecha Javier Milei.
Según el conteo oficial y con el 78% escrutado, Massa, que representa al peronismo moderado y desde hace un año está a cargo de la cartera de Economía, obtenía 35,99% de los votos, mientras que Milei lograba 30,44%.
Para ganar las elecciones un candidato debe obtener al menos el 45% de los votos válidos o 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado. De lo contrario, las dos fórmulas con más sufragios se enfrentarán en un balotaje el 19 de noviembre. Quien resulte electo asumirá el poder el 10 de diciembre.
Con estos primeros resultados se revirtieron las expectativas de que Milei, quien atrajo a amplios sectores con sus promesas de erradicar la inflación y sus dardos contra la clase política tradicional, resultaría el más votado en estos cruciales comicios que tienen lugar en momentos en que la inflación es de casi 140% anual y la pobreza afecta al 40,1% de la población.
El apoyo obtenido por Massa en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión del peronismo que contiene a más de un tercio del electorado nacional, fue decisivo para que lidere la elección general.
El peronista pudo sumar votos respecto de las primeras abiertas y obligatorias de agosto pese a que durante su gestión como ministro la economía se aceleró la suba de precios y aumentó la pobreza.