Las cancelaciones de vuelos y cierres de fronteras que han dejado a Reino Unido prácticamente incomunicado, ahora traen complicaciones económicas y las autoridades temen un desabastecimiento.
Este martes más de 1.500 camiones segían varados en Inglaterra, lo que genera temores de que Gran Bretaña pueda sufrir desabastecimiento de comida si no se levantan pronto las restricciones a los desplazamientos instauradas para frenar la expansión de la nueva variante del coronavirus.
La secretaria de Interior, Priti Patel, dijo a BBC radio que el gobierno británico estaba “hablando constantemente” con Francia para conseguir una solución rápida que reanudara el tráfico de mercancías.
Patel indicó que había 650 vehículos alineados en la principal autopista al puerto de Dover, mientras que otros 873 habían sido redirigidos al cercano aeropuerto en desuso de Manston.
“Va en interés de ambos, ambos países, asegurar que tenemos flujo, y por supuesto hay transportistas europeos ahora mismo quieren llegar a casa”, indicó.
Aunque la prohibición francesa no impide la entrada de camiones en Gran Bretaña, la medida sembró preocupaciones por desabastecimientos en una época del año en la que Gran Bretaña produce muy poca comida y depende mucho de productos frescos llegados en camión de la Europa continental.
Muchos camiones que llevan mercancías de Gran Bretaña al continente regresan cargados con otros productos. El temor es que ese proceso se vea interrumpido.
Además, algunos camioneros o sus empleados podrían decidir no entrar en Gran Bretaña, temiendo que no puedan volver después a casa.
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