En Venezuela, son muchas las dificultades que las personas viven a diario, y el transporte público es una de las más notorias. Durante el mes de diciembre se registraron diversos paros de transporte principalmente por la falta de combustible y el aumento del pasaje.
Tanto para transportistas como para usuarios, este tema es un martirio. Para ambas partes es muy difícil porque según conductores, en ocasiones tienen que comprar el litro de gasolina a precio internacional, lo cual causa que deban aumentar el pasaje y resulte costoso para los ciudadanos.
Por ejemplo, el lunes 21 de diciembre, en Maracay, conductores paralizaron sus actividades porque los usuarios se negaban a cancelar el monto del pasaje interurbano y suburbano que, en este caso, quedó en Bs. 200 mil.
El miércoles 16 de diciembre, en Mérida, transportistas de las líneas urbanas y suburbanas también protestaron, pero en este caso, porque no les querían surtir gasoil a sus autobuses en la estación de servicio asignada, así lo aseguraron ellos.
En Barquisimeto, el 01 de diciembre también hubo un paro porque transportistas de las rutas interurbanas estaban en desacuerdo con las tarifas de pasajes establecidas por el Ministerio de Transporte. Conductores aseguran que es imposible trabajar con las montos establecidos ya que desde su percepción no se tomó en cuenta el alza del dólar y lo costoso que resulta surtir combustible.
Movilizarse hoy en día en el país es un asunto que, en definitiva, debe tomarse con urgencia. Este problema sigue siendo el pan de cada día de los venezolanos que no han visto resultados en las gestiones de gobierno.
El transporte público es el sustento de millones de familias, tanto para los dueños de las unidades como para aquellos que necesitan trasladarse para llegar a sus trabajos. Si bien, para los prestadores de servicio es difícil trabajar con tarifas que no les resultan, para los usuarios esas tarifas superan con creces los ingresos de quienes dependen de un salario mínimo.
Eliagnis Mora
Foto: Angel Zambrano