Tras la crisis que arropa a la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), las autoridades y el estudiantado se valen de estrategias para continuar la actividad académica. En tal sentido, en el actual semestre se optó por un régimen especial de evaluación.
Jesús Suárez, presidente de la Federación del Centro de Estudiantes (FCU) de la referida casa de estudios, explicó que eso permite avanzar sin menoscabo de la calidad educativa.
Esto consiste en reducir el semestre a13 semanas de escolaridad y cuatro administrativas. Además, se aspira impartir un curso intensivo en abril próximo que permita proseguir estudios mayo-junio y completar el semestre,
En palabras del Suárez, para el gobierno nacional las universidades autónomas no son prioridad, a juzgar por la precariedad presupuestaria. De hecho, las providencias estudiantiles prácticamente no existen.
Desde hace 18 meses no cuentan con servicios de comedor, en efecto la presencia estudiantil disminuye. No es fácil, pagar diariamente Bs. 70.000 en pasaje para trasladarse de Duaca, Quíbor o El Tocuyo. Además, del costo de comida.
Sin embargo, cerrar la universidad no es opción. Nos hemos organizados y buscamos insumos por medios propios, empresa privada para ayudar a quienes prestan labores de vigilancia, docentes e incluso algunos estudiantes.
En decanatos como el de Ciencias Económicas y Empresariales DCEE-UCLA, un grupo de estudiantes han tenido que limpiar el piso y los baños. En la facultad de Agronomía y Veterinaria el estudiantado se ha unido para pagar el transporte.
El panorama es muy crítico para todos –insiste Suárez- a algunos profesores, en la medida de las posibilidades, se les ha tenido que ayudar con comida.
Aura Rosa Castillo.
Foto: Daniel Sosa.