Tres ciudades ucranianas, entre ellas las dos de mayor tamaño, fueron atacadas con misiles rusos este martes, causando al menos siete muertos y daños en edificios residenciales luego de que Moscú rehuyó cualquier acuerdo respaldado por Kiev y sus aliados occidentales para dar fin a la guerra de casi dos años.
El asalto ruso incluyó más de 40 misiles balísticos, de crucero, antiaéreos y guiados, dijeron las autoridades, en lo que, según la ONU, parecía ser el peor asalto desde principios de enero, cuando cientos de civiles ucranianos murieron. Las fuerzas aéreas ucranianas, cuyas defensas incluyen sistemas proporcionados por Occidente, aseguraron haber interceptado 21 de ellos.
El reciente bombardeo ruso fue “un revés alarmante” de una tendencia observada al año pasado en la que disminuyó el número de víctimas civiles provocadas por ataques del Kremlin, señaló la ONU.
Más de 10.000 civiles han muerto y cerca de 20.000 han resultado heridos desde la invasión total rusa que comenzó en febrero de 2022, afirmó la ONU.
En Járkiv, en el noreste del país, la ofensiva dejó seis fallecidos y 57 heridos, entre ellos ocho menores, y causó daños en alrededor de 30 edificios residenciales, además de romper las ventanas de cientos de departamentos en un clima gélido, explicó el gobernador de la región, Oleh Syniehubov.
Un edificio residencial de cinco pisos parecía haber sido impactado directamente por varios misiles cerca del atardecer, señaló en una declaración la Misión de Observación de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania.
Un número indeterminado de personas quedaron atrapadas entre los escombros, con una temperatura de 7° Celsius bajo cero (19º Fahrenheit), dijo el alcalde de la ciudad Ihor Terekhov.
Situada a unos 30 kilómetros (18 millas) de la frontera con Rusia, Járkiv suele ser el principal objetivo de la campaña invernal rusa de ataques de largo alcance, que suele alcanzar zonas civiles.
Cuatro distritos de Kiev fueron atacados y al menos 20 personas resultaron heridas, entre ellas un menor de 13 años, de acuerdo con el alcalde Vitalii Klitschko. Las autoridades corrigieron los informes iniciales, según los cuales un civil había muerto en la capital, diciendo que la persona herida fue hospitalizada con soporte vital.
Al parecer, hay pocas opciones de que la guerra termine pronto. El ministro ruso de exteriores Serguéi Lavrov desafió a Estados Unidos y a otros aliados de Ucrania en una reunión de Naciones Unidas el lunes, descartando cualquier plan de paz que ellos respalden.
Lavrov afirmó que las fuerzas ucranianas han sido “un completo fracaso” en el campo de batalla y apuntó que son “incapaces” de derrotar a Rusia.
El lunes, funcionarios colocados por Moscú en el este de Ucrania afirmaron que los bombardeos realizados por Kiev provocaron la muerte de 27 personas en las afueras de Donetsk, ciudad ocupada por Rusia.
El ejército de Ucrania, por su parte, negó su implicación en el ataque.
El vocero del Kremlin Dmitry Peskov apuntó que los ataques del martes no deben considerarse como una respuesta de Moscú al ataque a Donetsk y repitió el argumento del Kremlin de que sus fuerzas no atacan zonas civiles, aunque existen abundantes evidencias de lo contrario.
La muerte de civiles ucranianos ha despertado la indignación internacional por la invasión rusa, y las autoridades ucranianas han recurrido a esos ataques en sus intentos por lograr más ayuda militar de sus aliados.
La OTAN firmó el martes un contrato de 1.200 millones de dólares para fabricar decenas de miles de cartuchos de artillería con los que reponer los menguantes arsenales de los socios y abastecer a Ucrania con más munición.
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, fue el más reciente mandatario extranjero en visitar Ucrania y, durante su estancia en Kiev el lunes, anunció un nuevo paquete de ayuda que incluye un préstamo para comprar armas más grandes y un compromiso para buscar vías para fabricarlas de forma conjunta.
Los aliados de Kiev han tratado de reafirmar el compromiso con su defensa en el largo plazo ante la preocupación de que el apoyo de Occidente pudiera estar disminuyendo. El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, y el ministro de Exteriores de Francia también visitaron el país en lo que va de año.
Pero Estados Unidos, el principal proveedor de Ucrania, dijo que no puede suministrarle más munición ni armas.
AP