El británico Tyson Fury, de 31 años, desde anoche es el nuevo campeón de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo, al destronar al norteamericano Deontay Wilder, de 34, en siete asaltos, durante combate celebrado en el MGM Grand Arena de Las Vegas en Estados Unidos.
El inglés, de paso, cumplió su palabra al despachar por la vía a su adversario, aunque no fue en el segundo round, como había vaticinado. Lo despachó en el séptimo, mientras la esquina de Wilder decidió tirar la toalla ante el castigo recibido desde ea campanazo inicial.
Fury se convirtió campeón en el segundo intento frente a Wilder, a quien en la semana previa amenazó con noquear a más tardar en el segundo round.
En todos los aspectos fue un dominio total de Fury, quien tiene récord de 30-0-1, 21 ko´s (invicto con un empate), incluso desde la presentación y caminata hacia el ensogado, donde llegó en un ‘Trono de Rey’, cargado por chicas ante un gran llenazo, en su mayoría procedentes del Reino Unido. Su contrario ahora exhibe registro de 42-1-1 (una derrota, un empate).
Fury desde un principio trató de ser el agresor y casi le da resultado en el tercer asalto, cuando de un derechazo, que se estrelló en la oreja de su oponente, casi envía a la lona a Wilder, que acusó el golpe y dobló las rodillas, pero alcanzó recuperarse. Un minuto después rectas de derecha e izquierda volvieron a tambalear al rival.
Fury atacó sin parar en el cuarto y Wilder de nuevo fue al piso, pero el réferi Kenny Bayless marcó resbalón, aunque se veía mal físicamente, casi sin lanzar golpes. El quinto resultó una réplica del round anterior, para luego un gancho al hígado hacer temblar a Wilder, quien un minuto más tarde sufrió su segunda caída oficial de la noche. Wilder por poco cae por segunda vez en ese mismo asalto, pero entre las cuerdas y el réferi impidieron que sucediera. Era una paliza la que recibia el estadounidense.
Fury, en el sexto, tenía la pelea bajo control absoluto. Lucía como que sólo era cuestión de tiempo para que el campeón cayera o el réferi detuviera la pelea.
Todos los golpes de Fury entraban en la indefensa guardia de Wilder, quien estaba visiblemente maltratado de la cara, con una herida en el cuello y buscaba aire por la boca. En el séptimo ya no había nada que hacer, hasta que la esquina del norteamericano resolvió tirar la toalla.
Fury aplaudió la valentía de su contrario. “Un gran reconocimiento a Deontay Wilder”, dijo “Vino y en realidad enseñó el verdadero corazón de campeón. Le pegué un limpio derechazo, se cayó y se levantó. Es un guerrero. Regresará y será otra vez campeón“, fueron sus declaraciones.
Wilder dijo sentirse bien, aclaró que en el boxeo uno gana y otro pierde. “El mejor hombre ganó. Mi esquina tiró la toalla, pero yo estaba listo para ponerme mi escudo. Muchas cosas pasaron antes de llegar a esta pelea. Pero no tengo excusas. Él tuvo un gran desempeño. Volveré más fuerte“, expresó ante los periodistas.
Recopilación: Antonio José Seijas
Fotos: Tyson Fury resultó superior a Deontay Wilder