Luego del polémico cierre de temporada 2021 de Fórmula 1 que terminó con el título del holandés Max Verstappen (Red Bull), el serial y el organismo rector del automovilismo mundial, FIA (Federación Internacional del Automóvil), han comenzado con los cambios de cara a la próxima campaña para que estas situaciones no se repitan o al menos se resuelvan de mejor forma.
Una de esas noticias fue la destitución de Michael Masi como director de carrera de la máxima categoría, después que fuera el responsable de las decisiones en ese último Gran Premio del calendario anterior en Abu Dabi; sin embargo, no será reemplazado por alguien más, sino por un grupo de tres personas.
En ese mismo anuncio el nuevo presidente de FIA, Mohammed Ben Sulayem informó la creación de una Sala Virtual de Control de Carrera para asistir a quienes sentencian lo que sucede en la pista. “Como el VAR en el futbol estará en una de las oficinas de la FIA como respaldo fuera del circuito, con conexión en tiempo real con el director de carrera de F1, ayudará a aplicar las reglas deportivas empleando las herramientas tecnológicas más modernas”.
Aunque no se han dado a conocer los detalles sobre quiénes estarán en ese lugar y cómo será la comunicación con Niels Wittich, Eduardo Freitas y Herbie Blash, los reemplazantes de Masi, la noticia plantea algunas dudas sobre si esta nueva herramienta ayudará a solventar situaciones complicadas o, por el contrario, volverá más complejas las resoluciones.
De inicio, a pesar que Ben Sulayem comparó la llegada de la asistencia del video a la F1 con lo que ocurre con el VAR en el futbol, tras lo dicho por el propio directivo, la aplicación de esta tecnología podría ser similar a lo que sucede en una de las Ligas deportivas más importantes a nivel mundial, la NFL de futbol americano en Estados Unidos.
En esta Liga, desde 2014 todas las repeticiones de jugadas son supervisadas desde la oficina de la NFL en la ciudad de Nueva York y los oficiales ubicados en ese lugar monitorean las jugadas para seleccionar el mejor ángulo de cámara y asistir directamente a los árbitros al tomar la decisión, lo que de acuerdo con los estatutos tiene como objetivo agilizar el proceso y asegurar que las revisiones sean consistentes en todos los partidos; además, les dan información para asegurar que las reglas sean aplicadas de forma correcta y que ninguna sea pasada por alto.
Tras lo dicho por el nuevo presidente de FIA, lo que se planea con el VAR en el Gran Circo la próxima campaña podría ser algo similar, con un grupo de asesores para el director de carrera, no sólo para seleccionar las mejores tomas y ángulos en las situaciones que lo ameriten, sino para recordar las reglas, con el antecedente de Abu Dabi, con respecto al rebase de los autos que están una vuelta por detrás del líder.
Al parecer, no se tratará de algo como lo que ocurre en las Grandes Ligas de béisbol, donde todas las revisiones las realizan umpires en el Centro de Control, también en New York, quienes tienen la decisión final sobre mantener o cambiar la llamada inicial, por lo que los oficiales en el campo tienen poca incidencia en el resultado.
Según el directivo, los directores de carrera tendrán la última palabra, aunque serán asesorados por gente que está lejos de la acción y por lo tanto del clima que se vive durante las dos horas de rodar en el circuito, que en frío puede recordar ciertos aspectos de las reglas que podrían pasar desapercibidos.
Porque otra de las secuelas por lo sucedido en Abu Dabi 2021 es que las comunicaciones entre los responsables de las escuderías y quienes aplican las sanciones ya no saldrán al aire en las transmisiones de televisión, pero los directivos como Wolff tendrán con el VAR una nueva instancia a la cual recurrir para exponer sus quejas o sus interpretaciones del reglamento.
Al ser una oficina de FIA que tendrá constante interacción con el circuito, también habrá una vía directa con el paddock para explicar las determinaciones a los distintos garajes, pero el diálogo funciona también del otro lado y las presiones de Wolff, de Christian Horner (Red Bull) o del resto de involucrados podrían escalar hasta los asesores de FIA, quienes podrían ser más susceptibles a los reclamos de los protagonistas.
El otro aspecto es el del tiempo. Tanto en el futbol, como en el futbol americano o en el béisbol, los partidos se detienen cuando hay una revisión en curso y se puede volver atrás respecto a una acción, el problema es que en la F1 todo se desarrolla a gran velocidad y si el incidente a analizar no provoca un auto de seguridad, bandera amarilla o roja, los monoplazas seguirán en el circuito a 300 kilómetros por hora y las consecuencias de lo visto podrían ya ni siquiera aplicar.
Es posible, como ocurre de forma habitual, sancionar a un auto con un paso por pits o al sumarle 5 o 10 segundos en el registro final tras la decisión de los comisarios de pista, pero si la competencia sigue en curso y el análisis se demora, la resolución podría llegar cuando ya no hay oportunidad de reacción para el piloto o para la escudería, incluso en un momento de definición.
Por ello, las autoridades deberán ser cuidadosas de hacer el proceso lo más ágil posible, al entender que la dinámica de un Gran Premio es diferente a la de un campo de juego y ser lo más claros posibles sobre cómo se empleará y qué efectos tendrá en cada cita y para cada conductor o escuadra.
La llegada del VAR a la F1 puede ser una buena noticia para ofrecer mayor respaldo a los directores de carrera, tanto con las repeticiones como con expertos en el reglamento (cuando se sepa quiénes serán), pero a la vez las presiones de los distintos garajes directamente a gente de FIA y el apremio de luchar contra el tiempo juegan en contra de la implementación de esta tecnología que, de forma natural, durante el 2022 también estará en el ojo del huracán.
Fotos: AP