(AP) — Los bomberos y expertos del ejército calculaban el viernes los riesgos de acceder a un bloque de viviendas destruido tras un incendio en Valencia, una ciudad del este de España, en el que cuatro personas murieron y otras 14 estaban desaparecidas.
El peligro de derrumbe del edificio de 14 plantas y el intenso calor que seguía desprendiendo la estructura impedían que los equipos de emergencias entrasen a buscar a posibles sobrevivientes, explicó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Los bomberos seguían refrescando con mangueras partes del arrasado inmueble unas 15 horas después de que comenzase el fuego.
Seis personas heridas, incluyendo cuatro bomberos, continuaban ingresadas en hospitales de la ciudad, agregó Catalá.
Por el momento se desconoce cuánta gente había en el interior del edificio en el momento de la tragedia, pero se cree que docenas de personas han pedido sus casas y sus pertenencias.
Los residentes fueron reubicados en hoteles o en casas de familiares o vecinos, indicaron las autoridades.
Los bomberos acudieron a toda prisa al escenario del incendio, ubicado a las afueras del centro de la ciudad, el jueves en la noche y se podían ver llamas saliendo de las ventanas. Emplearon una grúa para sacar a dos de los residentes de uno de los balcones.
El fuego comenzó en una zona del complejo y se propagó a un edificio adyacente.
Unos 90 soldados de la Unidad Militar de Emergencias del ejército y 40 camiones de bomberos participaban en el operativo.
La causa del incendio se desconocía aún el viernes en la mañana. Catalá dijo que era demasiado pronto para comentar los reportes de prensa que sugerían que el fuego se habría propagado rápidamente debido a los materiales empleados en la estructura. El edificio tendría unos 15 años.
El incendio produjo nubes de humo negro que podían verse desde la distancia. Aemet, la agencia estatal de meteorología, apuntó que, en el momento del incidente, en la zona había vientos de hasta 60 kilómetros/h (40 mph).