Reinaldo Gómez- El Comité por los Derechos de Jubilados y Pensionados del Estado Lara ha estado analizando en los últimos días poner en práctica algunas iniciativas e ideas que tiendan a hacer menos complicado y traumático el cobro de las pensiones mensuales de los ciudadanos beneficiados con la misma.
Aportó la información el profesor Edgar Silva, presidente nacional del citado Comité, quien, ayer, estuvo presente en una reunión de la directiva regional de dicho comité en esta entidad federal.
Precisó Silva que, entre otras cosas, para que prosperen estas iniciativas, se hace necesaria la plena participación y de la buena voluntad de las agencias bancarias, o de los gerentes de las mismas.
Indicó Silva que uno de los principales problemas que afrontan hoy en día los pensionados es el hecho de que, desde hace algunos meses para acá, les están pagando en efectivo apenas la mitad, y en muchos bancos menos de la mitad, del monto total de la pensión mensual.
–Pero con un agravante –prosiguió– que lo es el hecho de que, de paso, entonces les dicen que ya no podrán volver a recibir dinero en efectivo por lo que les resta de mensualidad, sino que tienen que hacer sus transacciones vía tarjeta de débito.
–Ésa es una situación inaceptable –prosiguió–, y máxime si se toma en cuenta que no todos los “viejitos” tienen tarjeta de débito.
Bancos sin culpa
Aclaró el dirigente que “eso no es culpa de los bancos, sino del Banco Central de Venezuela, que no envía completas las remesas de dinero, por lo cual las agencias bancarias se ven obligadas a racionar lo poco que les llega, para poder medio satisfacer a todos los pensionados a ellas asignados”.
Otras situaciones que originan “molestia y rabia” –agregó– son, por ejemplo, los maltratos de palabra a los pensionados, tanto dentro como fuera de los bancos; la venta de puestos en las colas; los eternos “coleados” de siempre, etc., y, de paso, no hay ni baños, y menos toldos con los cuales guarecerse del sol.
Otra cuestión a revisar –añadió– es que hay bancos a los que se han asignado demasiados beneficiados con la pensión, mientras que otros tienen muy pocos, por lo cual sería bueno que el gobierno tratara de igualarlos.
–Por ello –dijo finalmente–, se prevé organizar sobre la marcha, para cada agencia bancaria, un grupo colaborador que, un día antes del cobro, vaya organizando por números, o de alguna otra manera, las colas o los puestos de los beneficiarios en cada oficina de pago.