El presidente de Soluciones para Venezuela (SPV), Claudio Fermín, al referirse al actual escándalo de corrupción que el mismo gobierno nacional ha “destapado”, se preguntó:
–¿Y es que acaso esto estaba ocurriendo desde hace una semana?
–Resulta que, desde hace ya tiempo –añadió–, desde distintos factores de opinión, se ha venido denunciando este flagelo, que cada día se halla más enquistado en la cosa pública.
A manera de una amplia fundamentación de sus palabras, Fermín expresó que todo lo que ha ocurrido en cuanto a tal materia se debe al hecho de que, desde hace ya más de dos décadas, en el país ya no existen separación de poderes ni independencia de los organismos contralores.
–Es que quien controla no puede ser el mismo que administra –prosiguió-, y, a la vez, quien te controla no puede ser tu subalterno, que es lo que ha venido ocurriendo aquí en los últimos años, cuando uno de los organismos más débiles del Estado es la Contraloría General de la República.
A manera referencial, el dirigente político recordó que, entre 1959 y 1969, la Contraloría General de la República estuvo en manos de la oposición, y no del partido de gobierno, “por la sencilla razón de que quien te controla debe tener aunque sea un mínimo de independencia y de autonomía, cuestión que no ocurre ahora”.
“Se materializan las pruebas…”
A juicio de Fermín, con estos hechos, se materializa –y se comprueba– la falta de independencia y de separación de poderes en Venezuela.
–Porque resulta que la corrupción ahora es asunto cotidiano en el país, y, si no, véase lo que viene ocurriendo desde hace tiempo en las alcabalas, en las minas y en las mismas oficinas de los distintos despachos públicos.
Pese a todo, Fermín aplaudió las investigaciones que están en curso, y aprovechó para recordar que todos estos negocios de triangulación son consecuencia de la economía subterránea de las sanciones contra el petróleo venezolano desde el año 2017.
–Hago votos por que estos hechos tan desagradables y vergonzosos –enfatizó–, no solamente lleguen hasta sus últimas consecuencias en las investigaciones, sino por que, además, traigan lecciones claras y permitan corregir los asuntos estructurales que se deban corregir.
Por último, Fermín solicitó al gobierno un informe público formal en el que se explique al país, “porque el país exige una explicación”, el tamaño “de estos vergonzosos hechos de corrupción que han estremecido a la nación en estos actuales días”.
Reinaldo Gómez