Aura Rosa Castillo.- Se suspendió la audiencia prevista este lunes en el Tribunal Tercero de Primera Instancia de Mediación y Sustanciación de Protección de Niños con relación a las muertes causadas por la bacteria serratia marcescens, en el Hospital Universitario Pediátrico Agustín Zubillaga (Hupaz). No se informó sobre nueva fecha de la cita.
La información la ofreció la Gretna El Halabi, directora general de la organización no gubernamental Madres y Padres de los Niños por Venezuela (Mapani) en compañía de padres de algunas de las víctimas y Nelson Fréitez, de la Red de Derechos Humanos, quienes lamentan que la juez no despachara.
A la cita no acudió ningún directivo del Hupaz ni de la Secretaría Regional de Salud. “A lo mejor ya sabían la decisión del tribunal”, especula El Halabi.
“Exigimos justicia y que se dicte medida cautelar, se ha demostrado que las muertes eran prevenibles, si se hubiesen cumplido los protocolos para combatir la contaminación” que permanece hasta hoy día.
Recordó que ante la Fiscalía del Ministerio Público cursan expedientes de 143 casos, de los cuales 11 murieron en el primer trimestre de 2018. El año anterior fallecieron nueve y en 2019 se registra un deceso. Estas muertes no pueden quedar impune, insiste.
Al igual que ella, Nelson Fréitez, integrante de la Red de Derechos Humanos del estado Lara, conformada por 17 organizaciones, deplora el retraso en el tribunal que lleva el caso de los niños fallecidos en el Hupaz respalda la demanda interpuesta por ONG y padres de los niños contra el Estado venezolano y funcionarios públicos entre ellos la gobernadora Carmen Meléndez, como el anterior (se refería a Henri Falcón) así como directivos anteriores y actuales del Hupaz, por su negligencia en el cumplimiento de protocolos que entre el lapso 2017-2019 afectó a 25 infantes.
Las autoridades de no hacer los correctivos necesarios para evitar que se expandiera la contaminación y que conlleva responsabilidad penal y administrativa, explica.
Parece que al gobierno no le importa la vida de los niños. Aun habiendo la evidencia a la fecha no hay respuesta. Preocupa -dijo- el silencio de los tribunales, exigimos que se siga el debido proceso y que haya justicia. Estas muertes no pueden quedar impunes.
Impotencia y tristeza
Con tristeza Raquel Fuentes recuerda a su niña Victoria Saraí Martínez, fallecida el 5 de agosto de 2018, padecía leucemia y fue llevada al Pediátrico “para iniciar el tratamiento de tres ciclos, apenas logró hacerse uno. Es una enfermedad curable, pero no tuvo tiempo de luchar. La bacteria serratia marcescens le arrancó la vida”.
Existe demasiada injusticia, no nos han dado respuesta. Las personas que no pueden pagar una clínica acuden al Hospital Pediátrico, con el riesgo que significa. Cuántos niños habrán muerto y se desconoce al no poderles hacer el hemocultivo (análisis para detectar infecciones por bacterias o por hongos). Para la fecha, con el deceso de la niña, se contabilizaban 16 fallecimientos.
Conteniendo las lágrimas, Ronald Ladino comenta que por “un simple vómito” su bebé Antonella Landino, de apenas dos meses de nacida, fue llevada al Hupaz a manera de prevención.
“Los médicos y enfermeras sabían lo que tenía mi niña, sin embargo, lo ocultaron. Me decían que era un shock séptico, sin explicar el tipo de infección. Otros que era una vía infiltrada, pero yo veía muy raro la lesión en su brazo.
Hasta que la doctora Leymilena Jaimes la vio y mandó hacer el hemocultivo. Por la manera en que me miró comencé a sospechar.
“Este es un dolor muy fuerte que no puedo explicar. Además, siento una frustración muy grande, no hay justicia. Murieron niños y el riesgo continúa”.
Da tristeza que un país rico, con tantos recursos como es Venezuela mueran niños por bacterias hospitalarias que se evitan con la aplicación de medidas sanitarias adecuadas.