“¡Pedro! ¡Pedro!”, gritaba una multitud en el Festival de cine en Cannes antes de que Pedro Almodóvar presentara su más reciente película, “Extraña forma de vida”, un western de 31 minutos protagonizado por Pedro Pascal y Ethan Hawke como vaqueros y antiguos amantes.
No hay nada como el fervor que recibe una nueva película de Almodóvar, uno de los cineastas más queridos del mundo. Pero quizá fue el doble para “Extraña forma de vida” que tiene una cuarta parte de la duración de una de sus producciones habituales. Tan frenética fue la escena, que muchos de los que tenían boletos no lograron entrar.
Cuando Almodóvar presentó a su elenco masculino en el escenario en el estreno del filme en el Festival de Cine de Cannes, algunos en la audiencia tuvieron que calmarse. John C. Reilly, presidente del jurado de la sección Un Certain Regard de este año, cruzó amablemente el pasillo con su sombrero para abanicar a un cinéfilo emocionado.
“No estaba seguro de hacer un western en mi vida, pero al menos hice un corto”, dijo sonriente Almodóvar al día siguiente en una entrevista en la terraza de un hotel con vistas al Boulevard de la Croisette.
El cineasta español de 73 años ha comenzado a experimentar con películas habladas en inglés. Lo ha hecho ahora en dos cortometrajes: “La voz humana”, con Tilda Swinton, y “Extraña forma de vida”, patrocinado por Saint Laurent, y se está preparando para hacer su primera película en inglés después de abandonar “Manual para mujeres de la limpieza”, una película que tenía planeada hacer con Cate Blanchett.
“Extraña forma de vida” nuevamente sugiere que Almodóvar trabaja tan fácilmente en inglés como lo hace en español. Pascal (quien no pudo estar para el estreno de la película) y Hawke interpretan a un par de expistoleros que se reencuentran 25 años después de una tórrida aventura. Reavivan brevemente su amor por el otro, pero la obstinada insistencia de uno en que una vida juntos es imposible conduce a un clímax violento.
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