Como un aporte más al estudio y conocimiento de nuestra cultura, costumbres y tradiciones, la Alcaldía de Torres, por medio de su Unidad de Acervo Histórico y Cultural promueve la Ruta de la Raza Carora, y el arraigo que la misma representa a través de sus edificaciones.
Se trata de un paseo por la zona de valor histórico dividida en cinco estaciones. La primera, la casa de los Herrera, hoy funciona del Club Torres, constituye un ejemplo del proceso de reinvención productiva que comenzó con el siglo XX. Los 18 hermanos Herrera que la habitaron fueron pioneros en la evolución ganadera, la salud y medios de comunicación.
La segunda estación es la casa de Ramón Herrera Oropeza, según Fernando Briceño, guía de la ruta, su casa diagonal a la de los Herrera, representa el paso del oficio de la cría al tecnicismo, observación y selección de vientre.
La estación tres fue la casa de Don Teodoro Herrera Zubillaga, su apariencia sencilla y eficiente, coinciden con los elementos que condujeron a potenciar la producción lechera con el agregado del pardo suizo.
La cuarta estación es la casa de don Carlos Herrera Zubillaga, su estilo «holliwoodense», es propia de un «influencer» de hoy día. Don Carlos fue la persona que expande por todo el país las bondades del ganado Carora. De feria en feria certificó que el tipo Carora era una verdadera raza.
La última estación, la quinta, denominada «Los dos marios», se detiene en la casa de don Mario Oropeza, quien junto a su hijo Mario José, consolidaron la raza carora. Esa casa ha sido de la familia Oropeza desde el siglo XVIII y actualmente refleja cosas temporales de la arquitectura caroreña, ejemplifica la importancia del legado de los ganadores y su permanente renovación.
Fuente: prensa Alcaldía
AC