California se convirtió en el estado de Estados Unidos con más casos de Covid-19, superando a Nueva York, tras reportar este miércoles un total de cerca de 415.000 infectados.
Las autoridades estadales informaron que 413.576 personas han contraído la enfermedad desde que comenzó el brote, de las cuales 7.870 fallecieron, 115 el martes.
Si California fuera un país, sería el quinto con más casos del mundo, por detrás de Estados Unidos, Brasil, India y Rusia, y por delante de Sudáfrica, Perú, México y Chile, según el conteo del hospital Johns Hopkins.
El total de positivos supera además en casi 4.700 casos al estado de Nueva York, que fue el epicentro de la pandemia en el país en la primavera boreal.
El número de fallecidos en Nueva York de 25.068 continúa siendo el mayor del país, aunque el estado ha visto una fuerte caída tanto en infecciones como muertes en los últimos dos meses.
Las autoridades californianas han subrayado que al comparar los números, hay que considerar el hecho de que California tiene la mayor población del país, de casi 40 millones y el doble que la de Nueva York.
El gobernador Gavin Newsom dijo el miércoles que el pico de infecciones podría explicarse en parte por la reapertura de sectores clave de la economía, que arrancó a finales de mayo.
«No sorprende que ahora, a medida que hemos comenzado a reabrir sectores clave de nuestra economía y la gente se mezcla y tiene contacto con otros que pueden haber contraído esta enfermedad, que nuestras cifras comiencen a subir», dijo a periodistas.
Advirtió que el aumento de las infecciones era un recordatorio de «la magnitud del impacto que este virus sigue teniendo».
Newsom dijo que el estado registró 12.807 nuevas infecciones de COVID-19 en las últimas 24 horas, un récord.
Las hospitalizaciones también han aumentado mucho, con más de 7.000 personas hospitalizadas hasta el lunes y más de 2.000 en cuidados intensivos.
California fue inicialmente promocionada como un ejemplo de manejo de la pandemia, imponiendo los primeros cierres en el país.
Pero después de comenzar a relajar las restricciones a finales de mayo, se vio obligado, semanas más tarde, a ordenar nuevos cierres de salones de restaurantes, bares, peluquerías y cines, a medida que el número de infecciones aumentaba.