Alemania no reconoce a Alexandr Lukashenko como mandatario de Bielorrusia. Confía en lograr un acuerdo a escala de la Unión Europea (UE) para sancionar a los responsables de la represión estatal y el fraude electoral.
La ceremonia de investidura para un sexto mandato celebrada hoy en Minsk no supone “una legitimación” de la victoria electoral que se atribuye Lukashenko, afirmó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
Las elecciones presidenciales del pasado agosto estuvieron marcadas por el fraude, a lo que ha seguido una “represión sistemática” de la oposición y sus líderes, en lugar de buscar una vía de diálogo, añadió esa fuente.
El portavoz de la canciller, Angela Merkel, lamentó por otro lado que no se hubiera alcanzado ayer un consenso a escala de los ministros de Exteriores comunitarios para dictar sanciones contra los responsables del fraude y la represión en Bielorrusia.
“Nuestro objetivo sigue siendo alcanzar un consenso para adoptar esas medidas restrictivas”, añadió Seibert. La aprobación de sanciones quedó bloqueada por Chipre, que condiciona su apoyo a que se dicten asimismo medidas contra Turquía, en medio de las tensiones entre Ankara, Atenas y Nicosia por la búsqueda de gas en aguas mediterráneas.
Lukashenko fue investido en una ceremonia en el Palacio de la Independencia de Minsk. Con ello se ha adelantado a la fecha prevista para el fin de su mandato, el 5 de noviembre.
Según los datos oficiales, Lukashenko recibió el 80,1 % de los votos en las elecciones del 9 de agosto pasado, resultado que no es reconocido por la oposición ni por Occidente.
Foto: vía TIC Televisión