Hamás liberó el lunes a dos ancianas israelíes que tenía como rehenes en Gaza, mientras Estados Unidos expresaba una creciente preocupación de que la escalada de la guerra entre Israel y el grupo armado palestino desencadene un conflicto más amplio en la región, incluso con ataques contra soldados estadounidenses.
El número de muertos en Gaza aumentaba rápidamente mientras Israel intensificaba sus bombardeos, derrumbando edificios residenciales como parte de lo que dice son preparativos para una eventual ofensiva terrestre. Estados Unidos recomendó a Israel aplazar cualquier invasión terrestre para permitir más tiempo para la negociación de la liberación de más rehenes.
Una tercera caravana de asistencia ingresó de Egipto a Gaza, donde los 2,3 millones de habitantes sufren de escasez de alimentos, agua y medicamentos luego de que Israel cortó los suministros hace dos semanas. Debido a que Israel no permite el ingreso de combustible, Naciones Unidas dijo que su distribución de ayuda se frenará por completo en cuestión de días, cuando sus vehículos se queden sin combustible. Los hospitales de Gaza pasan problemas para mantener en marcha los generadores que alimentan equipo médico vital y las incubadoras para bebés prematuros.
La liberación de las dos rehenes: Yocheved Lifshitz, de 85 años, y Nurit Cooper, de 79, fue confirmada por el Comité Internacional de la Cruz Roja. Las dos mujeres, junto con sus esposos, fueron secuestradas de sus hogares en el kibutz israelí de Nir Oz, cerca de la frontera con Gaza, durante la incursión de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel. Sus esposos no fueron liberados.
Hamás informó en un comunicado que su liberación fue por motivos humanitarios. Se cree que Hamás y otros grupos militantes en Gaza tienen más de 220 rehenes, entre ellos una cifra aún no determinada de extranjeros y personas con doble nacionalidad. Hamás liberó la semana pasada a una adulta estadounidense y a su hija adolescente.
Se prevé que Israel lanzará una ofensiva terrestre en Gaza con la intención de destruir a Hamás. Eso ha incrementado los temores de que la guerra se expanda más allá de Gaza e Israel, ya que combatientes con respaldo de Irán en la región advierten de una posible escalada si Israel entra por tierra a Gaza, lo que incluiría ataques contra fuerzas estadounidenses en Oriente Medio.
Estados Unidos ha dicho a Hezbollah — una organización con apoyo de Irán en Líbano — y a otros grupos que no se sumen al conflicto. Israel ha intercambiado disparos frecuentemente con Hezbollah, y cazas israelíes han atacado blancos en Cisjordania, Siria y Líbano en los últimos días.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, dijo que se ha registrado un incremento en los ataques con cohetes y drones por parte de las milicias respaldadas por Irán contra soldados estadounidenses en Irak y Siria, y Estados Unidos estaba “sumamente preocupado por la posibilidad de cualquier escalada significativa” en los ataques en los próximos días.
Añadió que funcionarios estadounidenses tenían “conversaciones activas” con sus contrapartes israelíes sobre las posibles ramificaciones de una escalada en las acciones militares.
Estados Unidos recomendó a las autoridades israelíes aplazar una ofensiva terrestre para darle a Washington más tiempo para trabajar con mediadores regionales en la liberación de más rehenes cautivos por Hamás, según un funcionario estadounidense.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, dijo a los soldados apostados cerca de Gaza que mantengan su preparación para una ofensiva “porque sucederá”. Añadió que será una ofensiva por aire, mar y tierra, pero no estableció un plazo.
Soldados y tanques han estado desplegados en la frontera con Gaza, e Israel informó que ha intensificado sus bombardeos para reducir el riesgo para sus soldados en las próximas etapas.
Una incursión terrestre sin duda aumentaría drásticamente el número de víctimas en lo que ya es el conflicto con mayor cantidad de muertos de las cinco guerras que han protagonizado Israel y Hamás desde que el grupo islamista ascendió al poder en Gaza en 2007.
Más de 1.400 personas han muerto en Israel, la mayoría de ellos civiles asesinados durante el ataque inicial de Hamás. Al menos 222 personas fueron capturadas y llevadas a Gaza, informó el ejército el lunes, actualizando una cifra previa.
Más de 5.000 palestinos, incluidos alrededor de 2.000 niños y cerca de 1.100 mujeres, han perdido la vida, informó el Ministerio de Salud de Gaza. El saldo incluye una cifra aún no determinada de muertos como resultado de una explosión en un hospital la semana pasada. El número de víctimas se ha incrementado rápidamente en los últimos días, y la agencia reportó 436 decesos en las últimas 24 horas.
Israel dijo que había atacado 320 objetivos militantes en toda Gaza durante las últimas 24 horas. El ejército dice que no apunta a civiles y que los combatientes palestinos han disparado más de 7.000 cohetes contra Israel desde el inicio de la guerra.
Israel ha realizado incursiones limitadas en Gaza, y el domingo Hamás dijo que había destruido un tanque israelí y dos excavadoras blindadas en el territorio palestino. El ejército israelí informó de un soldado muerto y tres heridos por un misil antitanques durante una operación dentro de Gaza.
Israel seguía bombardeando intensamente Gaza el lunes. Tras un ataque en Ciudad de Gaza, una mujer con la cara ensangrentada lloraba mientras estrechaba la mano de un familiar muerto. Al menos tres cadáveres estaban tendidos en la calle, uno de ellos en una corriente de agua gris. Tras una serie de ataques en el sur, el hospital Abou Youssef Al-Najjar de Rafah registró 61 muertes el lunes, según su portavoz. Los cuerpos de los fallecidos estaban tendidos en el recinto del hospital, dijo el portavoz Talaat Barghout.
La Cruz Roja Palestina informó el lunes que 20 camiones con alimentos, agua, medicamentos y suministros médicos ingresaron a Gaza por el cruce de Rafah con Egipto, la única vía hacia Gaza que no está bajo control de Israel. Fue la tercera entrega en igual número de días, y todas han sido más o menos del mismo tamaño.
La ayuda que ingresa hasta ahora es como “una gota en el mar” en comparación con las necesidades de la población, dijo Thomas White, director de la oficina en Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). La ONU ha dicho que 20 camiones representan el 4% de las importaciones diarias promedio antes de la guerra y que se requieren de cientos de camiones al día.
White dijo que a los camiones de la agencia les quedan sólo tres días de combustible. Los suministros que ingresan por Rafah son colocados en vehículos de la UNRWA y la Media Luna Roja para llevarlos a hospitales y escuelas de Naciones Unidas en el sur de Gaza, donde cientos de miles de personas se resguardan.
AP