A pleno sol candente de la ciudad de Maturín, se produjo el 21Nov un altercado puso en peligro la vida de muchas personas, y tuvo su origen en la llamada «viveza criolla».
La tarde de ese jueves, en la estación de servico El Escorpión, ubicada en la Av. Alirio Ugarte Pelayo, de la capital monaguense, varias automóviles hacían cola para abastecerse de combustible.
De repente, un sujeto acomodó su carro en el surtidor, pasando por delante de quien le correspondía el turno, otro hombre quien, al ver lo que ocurría, se bajó alterado de su vehículo, para reclamar.
Lo que comenzó con un reclamo verbal fue escalando a golpe y patadas hasta terminar con una copiosa rociada de gasolina. El reclamante agarró el pico del surtidor y descargó el combustible sobre la humanidad del supuesto «vivo criollo» quien corrió inmediatamente para escapar del chorro.
En las plataformas digitales se difundió el video que captó la situación, y entre los numerosos usuarios que lo comentaron, una gran amyoría advirtió lo mortalmente peligroso que fue la acción, por cuanto en el sitio muchas pesonas aguardaban para echar gasolina y cualquier chispa o descuido, pudo haber generado una verdadera tragedia.
Otros usuarios, si bien desaprobaban la acción, entendían la frustración del agraviado a quien «se le colearon en la cara» y, aparentemente, con la complicidad del encargado de la gasolinera, quien, según denunciaron, permitía el paso de algunos vehículos que no estaban en la fila, aumentando las tensiones entre los conductores que esperaban por su turno desde hacía varias horas y bajo el rigor de las altas temperaturas.