La reciente noticia de que la Superliga tiene luz verde para realizarse, con el FC Barcelona y Real Madrid españoles como principales impulsores de esta competencia que promete cambiar las competiciones tradicionales en el fútbol europeo, muchos se han cuestionado cuánto costaría financiar este proyecto y quién asumiría esta inversión.
Según dio a conocer el diario “El Español”, la Superliga tendría a su disposición la asombrosa cifra de 15.000 millones de euros para lanzar la competición y cubrir los primeros tres años, lo que ha sacudido el mundo del fútbol.
Esta iniciativa estaría respaldada por fondos europeos y estadounidenses, prometiendo cambiar radicalmente el panorama del fútbol europeo y mundial.
Con un financiamiento tan significativo, la Superliga tiene la intención de revolucionar la forma en que se concibe y se juega el fútbol a nivel de clubes.
Los 15.000 millones de euros proporcionarán un impulso sustancial para establecer y mantener la competición durante sus etapas iniciales, permitiendo a los equipos participantes concentrarse en la excelencia deportiva y la innovación.
Además, los fondos europeos y estadounidenses aseguran que se destinarán 5.000 millones de euros anuales a los premios y al pago de solidaridad para el fútbol formativo, amateur y los clubes no participantes. Esta medida busca garantizar que la Superliga no sólo beneficie a los clubes de élite, sino que también apoye a los niveles inferiores del fútbol, asegurando así la sostenibilidad y el desarrollo equitativo del deporte en su conjunto.
La asignación de 5.000 millones de euros anuales para premios y solidaridad representa un compromiso significativo con la comunidad futbolística en su totalidad. Los fondos destinados al fútbol formativo y amateur tienen el potencial de fortalecer las bases del deporte, fomentando el talento emergente y brindando oportunidades para el desarrollo de jugadores jóvenes en toda Europa y más allá.
Asimismo, el compromiso de apoyar a los clubes no participantes demuestra una preocupación genuina por la preservación de la diversidad y la competitividad en el fútbol.
Al proporcionar recursos a los clubes que no forman parte de la Superliga, se reconoce la importancia de mantener un ecosistema futbolístico variado y dinámico, en el que todos los equipos tengan la oportunidad de prosperar.
De momento, se desconoce cuándo podría ponerse en marcha este ambicioso proyecto, ya que son más los clubes y asociaciones que se han bajado de éste y han respaldado a la UEFA y FIFA, acusando que Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y principal cara visible de la Superliga, sólo quiere controlar el monopolio de clubes.
Sin embargo, tras el fallo a favor de ésta, se espera que el proyecto empiece a tomar forma y que en unos años se haga realidad.
Fuente: Meridiano