Emiratos Árabes Unidos interceptó dos misiles balísticos sobre los cielos de Abu Dabi, según las autoridades, en el segundo ataque en una semana contra la capital emiratí. Rebeldes hutíes en Yemen se atribuyeron la agresión.
El incidente aumentaba la tensión en el Golfo Pérsico, que había asistido a varios ataques cerca -pero nunca indudablemente dentro- de terreno emiratí, mientras continúa la guerra iniciada hace años en Yemen y el acuerdo nuclear iraní con potencias internacionales se derrumbaba.
Las tropas estadounidenses en la base aérea de Al-Dhafra, en Abu Dabi, se cobijaron en búnkeres en el lugar durante el ataque.
Los ataques amenazaban los esfuerzos de Emiratos, una federación de siete reinos que también incluye a Dubái, por presentarse como un lugar fértil para los negocios y el turismo. Durante años, el país se ha promocionado como un rincón seguro en un vecindario peligroso.
Unos videos publicados en las redes sociales mostraban cómo lo que parecían misiles de intercepción iluminaban el cielo sobre Abu Dabi antes del amanecer el lunes para neutralizar la amenaza. Más tarde se oyeron dos explosiones que resonaron en la ciudad. En las grabaciones se pueden ver características conocidas de Abu Dabi.
Fragmentos de los misiles cayeron sobre la capital sin causar daños, según la agencia estatal de noticias WAM.
Los EUA “están preparados y listos para hacer frente a cualquier amenaza y tomarán todas las medidas necesarias para proteger al Estado de todos los ataques”, aseveró el Ministerio de Defensa, de acuerdo con la WAM.
El lanzamiento de misiles interrumpió el tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional de Abu Dabi, sede de la compañía aérea de larga distancia Etihad, durante aproximadamente una hora después del ataque.
El portavoz militar hutí Yehia Sarea reivindicó el ataque en un comunicado televisado y dijo que los rebeldes habían empleado misiles balísticos y drones contra Emiratos. Advirtió que EAU seguirá siendo blanco de ataques “mientras continúen los ataques sobre el pueblo yemení”.
“¡Advertimos a empresas e inversionistas privados que abandonen los Emiratos!”, exclamó Sarea desde un estrado. “¡Este se ha convertido en un país inseguro!”.
La bolsa de Dubái cayó un 2% tras el ataque con casi todas las compañías en rojo. También las acciones en la bolsa de Abu Dabi cayeron ligeramente.