Este miércoles llegó a Rusia el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, donde fue recibido con honores militares en la víspera de su primera reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin.
El tren blindado del mariscal norcoreano se paró en la estación ferroviaria de Vladivostok a las 18.00 hora local (08.00 GMT), donde fue recibido sobre una alfombra roja por el ministro para el Desarrollo del Extremo Oriente, Alexandr Kozlov, el viceministro de Exteriores, Ígor Morgúlov.
Además, la comitiva de recibimiento estaba integrada por el embajador ruso en Corea del Norte, Alexandr Matségora, y el gobernador de Primorie, Oleg Kozhemiako, reseñó Unión Radio.
Al salir de la estación, una orquesta militar tocó el himno norcoreano y el ruso, y, antes de subirse a una limusina, Kim y las autoridades rusas pasaron revista a la guardia de honor.
La delegación norcoreana partió posteriormente hacia la cercana isla de Russki, donde está el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente y donde se reunirá mañana con Putin.
Según dijo Kozhemiako a la primera cadena de televisión rusa, Rossiya, Kim probará en el almuerzo borsch, tradicional sopa de remolacha y col; pelmenies (raviolis siberianos) y caviar.
El líder norcoreano llegó a Vladivostok procedente de Jasán, donde hizo una parada sobre las 10.30 hora local (00.30 GMT) tras cruzar la frontera ruso-norcoreana.
Allí recibió un ramo de flores y donde le fue ofrecido el tradicional pan con sal, según mostraban las imágenes de Rossiya, a la que Kim declaró que había llegado a Rusia “con un cálido sentimiento”. “Espero que esta visita sea exitosa y útil, y espero que durante las conversaciones con el presidente Vladímir Putin pueda abordar los temas vinculados a la solución de los problemas en la península coreana y el desarrollo de nuestras relaciones”, indicó.